La gente desea celebrar algo, siempre y cuando haya algo que celebrar, naturalmente. Por norma no encontramos contento en nuestra rutina, y son pocas las veces que arrostramos la vida y decidimos mirar al frente y dejar la tristeza en suspenso. Nos acomodamos en la insatisfacción, apenas si reparamos en los pequeños disfrutes de la vida, aunque éstos surjan en nuestro mundo a cada rato.

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Imágenes de En el mundo a cada rato – Copyright © 2004 Tus Ojos. Distribuida en España por Alta Films. Todos los derechos reservados.

Bajo este título precisamente se encuadra un proyecto cinematográfico encomiable, desarrollado al amparo de UNICEF, y que nos demuestra que todavía existe un conato de esperanza para la humanidad pese a todo. Llevado a cabo por cinco realizadores españoles, Patricia Ferreira, Pere Joan Ventura, Chus Gutiérrez, Javier Corcuera y Javier Fesser, En el mundo a cada rato (2004) narra desde las distintas perspectivas de cada cineasta, cuáles son algunos de los males que se infligen a la población infantil en su conjunto. El sida, el paludismo, la pobreza, la explotación infantil y el rechazo de la escolarización femenina, son sólo algunos de los males que se sufren en el mundo a cada rato, mientras las sociedades acomodadas maldicen su infortunio, sus minucias y sus fruslerías.

Con decenas de niños viajamos a India, a Guinea Ecuatorial, a Argentina, a Perú y a Senegal. Con ellos descubrimos que los menores tienen las mismas inquietudes en latitudes diferentes, los mismos deseos, las mismas ansias de ser felices. Se saben desfavorecidos, pero toman de ello su impulso y siguen adelante, contra cualquier premisa y contra cualquier enfermedad.

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Imágenes de En el mundo a cada rato – Copyright © 2004 Tus Ojos. Distribuida en España por Alta Films. Todos los derechos reservados.

Rodada en 10 días con un limitado presupuesto (que no llega a 250.000 euros), En el mundo a cada rato comienza con El secreto mejor guardado, de Patricia Ferreira, el  emotivo relato de la vida de Ravi, un niño hindú que vive en una pequeña aldea con su abuela. La rutina de Ravi es extenuante, cada día recorre kilómetros para acudir a la escuela, desde la que se dirige a un puesto donde trabaja por la tarde. Su edad no alcanza los nueve años. Su día a día sólo encuentra descanso al jugar con Krishnaveni, su amiga. Ravi padece sida, aunque él no lo sabe. Por ello no es aceptado en su aldea y sólo tiene una única amiga, alguien lo suficientemente valiente como para eludir las normas sociales y enfrentarse a la enfermedad que, de hecho, va a conducir a la muerte a su propio padre. Pero Ravi no tiene dinero suficiente para pagar su medicación, su abuela lo sabe de buena tinta. Con todos sus ahorros ni siquiera podría sufragar la primera tanda de retrovirales, y el tratamiento es de por vida. Por eso la mujer no le confiesa su aciago destino, el secreto mejor guardado, y prefiere contribuir a contentarle con un nuevo uniforme del colegio. Este año Ravi irá a la escuela y formará parte del baile de fin de curso. El año que viene será para Ravi incierto.

Pere Joan Ventura dirige La vida efímera, acertado título para una sociedad en que las vidas son en verdad efímeras. Al Hospital General de Malabo (Guinea Ecuatorial) acude Vicenta, guineana de madre española que regresa a su país de origen para colaborar en la lucha contra el paludismo, enfermedad que arranca la vida a un millón de niños al año, su primera causa de mortandad. En directo acudimos a la asistencia más primaria en situación de urgencia; a unas transfusiones sanguíneas que repugnan por su rusticidad y falta de asepsia; unos niños que padecen malaria y terminan muriendo por anemia extrema. La vida y la muerte se funden ante los ojos de Vicenta, sobrepasada por tantos niños inermes y dolorosamente raquíticos. Los médicos carecen de medios y las madres se desesperan, esas madres que hacen interminables colas por salvar a sus pequeños, madres incrédulas que azuzan a sus hijos muertos, madres que se desvanecen ante la implacabilidad de la muerte. Desventuradas madres del mundo.

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Imágenes de En el mundo a cada rato – Copyright © 2004 Tus Ojos. Distribuida en España por Alta Films. Todos los derechos reservados.

La directora de Insomnio, Chus Gutiérrez, nos trae Las siete alcantarillas, una de las más inteligentes historias que podemos encontrar en En el mundo a cada rato. Lúcidamente escrita y rodada, nos propone adentrarnos en la villa de Las siete alcantarillas, zona depauperada de Córdoba (Argentina), en la que encontramos a una niña que, cuan princesa de cuento, narra los motivos por los que es afortunada, por qué su carreta es un carruaje con caballos; por qué su violento padre se convierte, bajo su límpida mirada, en un rey ecuánime; y por qué su descampado abarrotado de inmundicias, miserias y desgracias, es un paraíso para ella. La perspicacia con la que nos es relatada, la elocuencia de las imágenes contrapuestas a la visión de la niña, dan cuenta de la grandeza de la imaginación, capaz de salvar a una sola de las almas que conforman esos seiscientos millones de niños que viven en la extrema pobreza.

La ciudad peruana de Iquitos es la siguiente parada de este mundo a cada rato. Dirigida por Javier Corcuera, Hijas de Belén nos presenta a Eusebia, una nonagenaria de origen jebero (pueblo de la selva amazónica), que lleva su completa vida subsistiendo en el barrio de Belén. Aunque ambicionaba escolarizarse, nunca tuvo ocasión. No sabe leer ni escribir, y esa indefensión cultural le ha arrojado a la pobreza. Pero esa lacra no es pretérita, desafortunadamente. Las nuevas remesas de las hijas de Belén siguen sin ser escolarizadas, lloran su desventura y salen adelante ante la adversidad en un universo hostil. Niñas mujeres, que no alcanzan la década, obligadas a comportarse como adultas en un mundo para el que su vida apenas vale nada. Niñas que madrugan para sacar adelante a sus familias, niñas vendidas por sus padres para que sean contento carnal de la tripulación de barcos pesqueros; niñas que se ayudan, que se apoyan, que no dejan que decaiga el buen espíritu de solidaridad del barrio. Niñas que han sido alejadas de su infancia; niñas que nunca han sido niñas.

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Imágenes de En el mundo a cada rato – Copyright © 2004 Tus Ojos. Distribuida en España por Alta Films. Todos los derechos reservados.

La escolarización femenina es, asimismo, el eje central de Binta y la gran idea, escrita y dirigida por el multipremiado cineasta Javier Fesser. Situada en Senegal, la historia nos presenta a Binta, una niña de siete años que celebra cada día como el primero y el último. Razones no le faltan, va a la escuela, aprende valores fundamentales de sus compañeros y vive bajo la protección de unos padres trabajadores e idealistas. Especialmente su padre, quien a la luz de los acontecimientos que le relata uno de sus mejores amigos, emigrante en Europa, es consciente de la necesidad de progreso humano preservando con él la solidaridad. Plagada de humor agudo, exquisitez a raudales, golpes de efecto y mucha humanidad, Binta y la gran idea pone el broche de oro a una historia dulce, real y difícil, no exenta de lamentos y sollozos, pero sobrada de verdad.

En el mundo a cada rato ocurren las más fatídicas realidades, y los más terribles designios, es cierto; pero también lo es que la solidaridad, el esfuerzo conjunto y el apoyo mutuo pueden darnos motivos para festejar la vida. Porque la gente desea celebrar algo, trabajemos por tener algo que celebrar.

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