El lenguaje del amor está en los ojos
John P. Fletcher

Queridos amigos de Todos al cine, hoy me gustaría ponerme en contacto con vosotros para hablaros de una película que, en principio, la impronta que me ha dejado es el entender la situación que se nos está intentando describir, que es el gran amor que se siente por los perros.

El filme, Una pareja de tres (2008, David Frankel), nos relata la historia de una pareja (Jennifer Aniston y Owen Wilson), y cómo su vida va cambiando y transformándose con la llegada de un cachorro, Marley. Pero como todo en la vida, mientras se es pequeño se debe aprender, y Marley no sabía las reglas de convivencia básicas. La trama se centra en todas las peripecias y todos los avatares de la familia, a la que se van incorporando nuevos personajes, los niños. Entonces la familia está completa, hasta la vejez de la mascota. Pero todo lo bueno y lo malo estaba en sus ojos, aunque no tuviera voz, esos ojos que podían “hablar” con sus dueños.

marley and me

Hoy más que nunca entiendo esta frase, pues hemos perdido a nuestra querida Andy. Es un scottish terrier, la última de su camada. No era guapa, pero nosotros la adorábamos; fue la “tía” de mis hijas: las cuidaba, las esperaba, no dejaba que nadie estuviese fuera de su familia. Al principio, al igual que en la película, era horrible, pues había que educarla y Andy era una gran escapista, se le daba como a nadie abrir puertas y comerse los adornos del árbol de Navidad.

andy de maria jesus diaz prada y lucia tello

La hemos querido muchísimo y, por ello, desde estas páginas y a todas las “Andy” del mundo y a sus dueños –que saben cómo me siento-, quiero dedicarles un gran aplauso. El ciclo de la vida tiene un principio y un final, y nuestras queridas mascotas tienen un increíble lugar, donde nos aman a través de sus ojos; su mirada nunca la olvidaré, ni tampoco su gran amor.

Gracias por haber estado aquí, yo también te quiero, y sé que te mereces estar en estas páginas pues también eres una gran estrella. Ahora encontrarás a tantos amigos que te han precedido, como Terry, Linda o Lola, y correrás por todos los sitios como a ti te gustaba, libre, sin correa.

Con mucho cariño para todos, desde la Canes al cine.

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