De chicos Almodóvar a integrantes del magnífico reparto de Sexo fácil, películas tristes. Carlos Areces y Bárbara Santa-Cruz tienen esa loable actitud de quien disfruta haciendo lo que hace. Quizá sea eso, precisamente, lo que ha desembocado en que ambos se hayan situado en una inmejorable posición de éxito profesional. Tienen talento, son imaginativos y poseen un tremendo sentido del humor. Es tan acusado que, a pesar de los muchos y esforzados intentos que se lleven a cabo, no hay persona, por marmórea que sea, capaz de mantenerse impasible ante su verbo fácil y expresivo. Son agudos, mucho, y también espléndidos. Santa-Cruz tiene esa belleza serena que otorga la satisfacción personal; Areces, con su oxigenado pelo, sus ojos dulces y sus pestañas inmensas, tiene una mirada limpia y grave, la de una persona que parece tener una bondad y una ironía infinitas. Me confiesa que se muere de ganas por actuar bajo las órdenes de Quentin Tarantino o junto a Angela Lansbury, así a bocajarro, con toda la sinceridad del mundo. Le miro con incredulidad aunque, para mi asombro, sus apetencias son reales, es auténtico fan de la intérprete londinense. Río de soslayo, temiendo que su admiración desemboque en que alguien escriba un crimen. Nos sentamos en una sala vacía, con un inmenso póster de Alphaville a nuestras espaldas. También Santa-Cruz ríe mientras ojea la camiseta de Areces, que muestra a un Robert de Niro amenazante en El cabo del miedo. “Time the Avenger”, reza el mensaje de su indumentaria, aunque le declaro mi preferencia por “Mal de muchos, Consuelo Berlanga”, dentro de su fondo de armario. Ahora sí reímos todos, mientras tomamos asiento. El póster de Alphaville sigue detrás de nosotros y ya se sabe: lo que unió Godard, que no lo separe Angela Lansbury.

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Imagen de Sexo fácil, películas tristes, película distribuida en España por Filmax © 2015 Icónica, Lazona, Water Films, Az Films y Patagonik. Todos los derechos reservados.

Lucía Tello Díaz.- De Almodóvar a Alejo Flah. Vuestras carreras han crecido de manera exponencial en los últimos años, ¿cómo veis vuestra evolución en el cine?

Carlos Areces.- La evolución del cine desde los comienzos… -cavila con humor-.

Bárbara Santa-Cruz.- Tienes que explicar la evolución del cine desde Griffith –ríe-.

Lucía Tello Díaz.- Me encantaría que me pudierais hablar del cine desde los hermanos Lumière –reímos- pero me conformo con que me digáis cómo veis vuestra propia evolución

CA.-  Mi objetivo siempre ha sido el cine. Empecé trabajando en una oficina donde se me iba la vida, acabé haciendo algo que me aburría muchísimo, de ahí a ser dibujante, pero para mí el objetivo siempre había sido el cine. Y eso que llegué tarde, con treinta y un años hice mi primera película, pero he llegado. Y desde luego he tocado palos que no había imaginado ni en mis mejores sueños. Poder trabajar con Álex de la Iglesia y con Pedro Almodóvar para empezar, que eran probablemente los dos directores de cine español que más me interesaban, ya es una realidad. Y solo con esto soy feliz. Ya puestos a soñar, ahora solo me quedan otros dos íconos, uno es Angela Lansbury, mejor me doy prisa –reímos todos-, y Quentin Tarantino. A Tarantino por lo menos ya lo he conocido, gracias a trabajar en Balada triste de trompeta, tuve la oportunidad de conocerle. También me debo dar prisa, porque ha dicho que se retira joven y que como mucho hará tres películas más, y la siguiente ya la tiene escrita…

LTD.- Y tú Bárbara, ¿cómo definirías tu trayectoria hasta aquí?

BSC.- Yo también empecé tarde a hacer cine, o tardé más en hacerlo con mayor frecuencia. Sí que es verdad que hice Pagafantas cuando era jovencita, pero tuve un parón de televisión, aunque también es cierto que a mí me gusta el cine por encima de todo. También es verdad que en mi carrera desde el principio me empezaron a llamar para comedias, y ha sido un poco la evolución natural.

LTD.- Es cierto que los dos destacáis en la comedia, ¿qué os parece el género?

CA.- El mejor final de una comedia es que acabe mal. Para mí eso es que acabe bien. Que yo sepa cómo va a acabar una película desde el minuto uno, es lo que me hace perder el interés en el desarrollo de la historia.

BSC.- Claro, es que las comedias buenas son agridulces y amargas.

CA.- A mí lo que me gusta es que los personajes lo pasen mal, eso es lo que me hace seguir teniendo interés; las vicisitudes de la vida son lo que me hace sentir empatía. A lo mejor me pasa a mí porque soy un amargado –ríe-, pero ver la típica comedia en la que todos son maravillosos, ella es luminosa, él es más terrenal y simpático, porque ella prácticamente es una deidad, y luego hay un desacuerdo absolutamente tonto y al final vuelve a cerrarse ese círculo maravilloso. Pues eso a mí me provoca arcadas.

LTD.- Acabas de desmontar una gran parte de la industria cinematográfica

CA.- Pero de verdad que eso me provoca arcadas. Por eso me gusta esta comedia, porque juega con los clichés, los evidencia, y no deja de haber un contraste y una ironía en el hecho de que un escritor al que le va mal en la vida real, tenga que escribir una comedia romántica. Pero yo no soy buen espectador de la típica comedia romántica, no es mi género por excelencia, pero por supuesto hay películas que me gustan.

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Imagen de Sexo fácil, películas tristes, película distribuida en España por Filmax © 2015 Icónica, Lazona, Water Films, Az Films y Patagonik. Todos los derechos reservados.

BSC.- La comedia es la reacción del espectador ante lo que está viendo. Que sea comedia no tiene que significar que a los personajes todo les vaya perfecto o happy, eso es un género muy concreto dentro de la comedia. Coincido con Carlos en que lo que a mí me hace gracia son las cosas con las que me identifico en mis mayores bajezas.

LTD.- Quizá ese elemento fue lo que más os atrajo para realizar esta comedia agridulce

BSC.- Lo que más me atrajo es que mi personaje es una bailarina de danza contemporánea y, al final, no baila en toda la película. Hay un solo de Marta pero yo no bailo. Yo que soy muy repipi para eso y me gusta hacer los deberes, me puse a ello. Si me mandan hacer de mecanógrafa, me hago con una Olivetti y me pongo a escribir con ella.

CA.- Aunque no se te vea en toda la película

BSC.- A mí eso me da igual, me entretengo mucho en mi casa haciendo esas cosas. Así que en cuanto me hablaron de este personaje yo ya me apunté a una escuela de danza contemporánea, a estirar aunque luego no se vea.

CA.- Esto en Holllywood lo hubieran apuntado en la productora, te lo habrían pagado –ambos ríen-.

BSC.- Y eso me encantó del personaje, porque además es muy distinto a todos los que he venido haciendo, porque es muy alegre, muy positivo, muy luminoso, y normalmente me dan los personajes cómicos desde la carretera de la oscuridad y el “cortarrollismo”. También me animó trabajar con Carlos una vez más, que siempre es una diversión.

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Imagen de Sexo fácil, películas tristes, película distribuida en España por Filmax © 2015 Icónica, Lazona, Water Films, Az Films y Patagonik. Todos los derechos reservados.

LTD.- Pues ese trabajo detrás de las cámaras que haces con la Olivetti o con la danza, está en la línea de lo que Blake Edwards pensaba que debían hacer los personajes para “moverse de otra forma”. De hecho, en Desayuno con diamantes le consiguió a José Luis de Vilallonga una petaca de oro de medio millón de dólares, solo para llevarla en el bolsillo

CA.- A mí me parece un buen método de trabajo como actor, pero si te digo la verdad, a la hora de producción me parece complicado.

LTD.- Pero viene a demostrar que el trabajo del actor, ese background, no te lo quita nadie

BSC.- Es cierto, sobre todo porque a mí es lo que me divierte, me pone imaginativa, me entretiene más allá de que luego se note; así que todo lo que pueda alargar el proceso más allá del rodaje, lo disfruto muchísimo. Incluso si llevo silla de ruedas, que se note que he hecho ese trabajo previo.

CA.- Además te digo, en esta película hemos hecho lo mismo que Blake Edwards; nosotros que hacemos de personas de clase media, debajo de la chaqueta también llevábamos objetos de clase media –ríe-, así que no le podemos pedir más a producción, ha cumplido con lo que tenía que hacer: llevábamos ropa interior absolutamente clase media –reímos todos-.

LTD.- Luis y Clara, a pesar de no ser protagonistas absolutos, son muy importantes para la trama, ¿qué os parece este tipo de personajes?

CA.- En la vida real no existe ningún amigo que tenga asumido su propio papel de personaje secundario –ríe-, no hay nadienque solo exista para resaltar determinados aspectos de otra gente mucho más importante que ellos.

BSC.- A lo mejor ésos somos nosotros, ¿no? –ríen-.

CA.- Yo a veces me he sentido el secundario de mi propia película, estar en función de otra gente, y eso es terrible, quiere decir que por ti mismo no tienes entidad de llenar de emoción tu vida, necesitas de un apoyo, existes solo por contraste.

LTD.- ¡Venga ya! –reímos- No puedes definirte así ni hacerlo extensivo a todos

CA.- Vale, no voy a hacerlo extensivo, pero me lo voy a adjudicar, porque me parece un discurso interesante –ríe-. Yo ya me veo de secundario eterno.

BCS- Pues yo te voy a decir una cosa, a mí a veces me gustan más los secundarios de chica que los protagonistas. Lo cual no quiere decir que no quiera hacer muchos protagonistas, que me encantan. Pero sí que es verdad que la chica tiene que ser perfecta, enamorar, estar monísima, y a mí me divierten más los personajes un poco más punkies, con más entidad. Hacer de la chica siempre es más aburrido, siempre estás en función del otro.

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LTD.- Quisiera que me contarais qué proyectos tenéis en marcha para próximas películas, imagino que tu rubio, Carlos, tiene mucho que ver con Mi gran noche

CA.- El rubio tiene que ver con la película que acabo de rodar con Álex de la Iglesia, en la que soy el representante del mismísimo Raphael, cosa que me hace muy feliz. Como en todas las películas de Álex de la Iglesia me lo he pasado muy bien, y mi vida ha corrido peligro. Con Álex nunca hay tiempo para ponerte protecciones, ponerte el arnés. Además es mucho mejor que hagas tú las escenas, porque si las hace el especialista se va a notar, y no te puede rodar de frente. Pero bueno, es parte de la diversión.

LTD.- ¿En serio?

CA.- Hombre, llegando hasta un límite. Pero lo cierto es que la seguridad de los actores no está en lo más alto de la jerarquía de Álex. Por eso son tan divertidas de ver sus películas, pero lo más divertido de su rodaje está en contarlo después.

LTD.- ¿Y sobre tus proyectos presentes y futuros, Bárbara, qué puedes adelantar?

BSC.- Acabo de rodar Barcelona Nit d’hivern, que es la segunda parte de Barcelona Nit d´Estiu que es una película que cuenta varias historias de amor en la noche catalana. Es muy bonita, es también comedia romántica, la gente se ama, así que Carlos si vas a verla, llévate una bolsa.

CA.- ¿No les va mal en ningún momento, no hay giro, no hay drama?

BSC.- Sí, hay giro y hay drama, pero sí es verdad que es linda.

CA.- Pero Linda ¿agua de la fuente? –reímos todos-

BSC.- Linda, linda.

LTD.- ¿Qué tal la relación con Alejo Flah, el director de la película?

CA.- La verdad es que he tenido la suerte de no haber tenido problemas con ningún director, guardo buen recuerdo de todos ellos y la mayoría se ha convertido en amigos después.

BSC.- El director es lo más, es un colega. Alejo es la “majez” personificada, es muy relajado en el rodaje, y eso se agradece, tiene las cosas muy claras, es encantador.

CA.- Es la “majitud” hecha persona. Para ser su primera película podrías pensar que se pondría nervioso. Es que yo me pondría de los nervios en esa circunstancia, pero no recuerdo ninguna situación de tensión en todo el rodaje.

LTD.- Deduzco entonces que estaréis contentos con el resultado de Sexo fácil, películas tristes

CA.- Eso siempre, yo siempre estoy contento con el resultado, porque el punto de vista que tienes de ella desde dentro es distinto, tienes en cuenta todos los esfuerzos que se han hecho para llegar hasta ahí, y por encima de todo te han dado de comer.

BSC.- Por eso “no muerdas la mano… Que mece la cuna” –reímos.

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