Desde 1967 el nombre de Bonnie and Clyde no había resonado con tanta fuerza en la industria de Hollywood. Porque hoy, sesenta años después de su presentación por Arthur Penn, han vuelto a aparecer arrebatándole todo el protagonismo a una ceremonia de entrega de los Oscar hasta entonces esperable.
A las seis y diez de la mañana (hora española), la película La La Land parecía haberse alzado como la máxima ganadora de la noche. Los Oscar a Mejor Actriz (Emma Watson), a Mejor Director (Damien Chazelle) y los de Mejor Diseño de Producción, Canción Original y Banda Sonora original, parecían corroborar su establecimiento como Mejor Película. Sin embargo, las tornas cambiaron, Moonlight, que ya había obtenido un Oscar para el Mejor Actor de reparto para Mahershala Alí, se hizo con el Oscar a Mejor Película.
A pesar de la sorpresa, confusión e incomprensibilidad finales, la gala de la 89 edición de los Premios Oscar fue, en esencia, predecible. Entendida como un concierto, un baile o, en definitivas cuentas, una fiesta, la ceremonia comenzó con un número musical a cargo de Justin Timberlake que hizo vibrar hasta la última butaca del Kodak Theater, en la que incluso un rejuvenecido Jackie Chan siguió el ritmo del cantante. Con constantes pullas al Presidente de los Estados Unidos, Jimmy Kimmel ejerció como elocuente maestro de ceremonias, con incisivos comentarios no excesivamente sangrantes, pero con gracia y, en general, buen gusto. Iniciada la ceremonia, por fin dejaron de importar los dorados Givenchy, los blancos Calvin Klein o los rojos Valentino, Kimmel abrió paso al contra-homenaje a Meryl Streep en su vigésima nominación (“la actriz más sobrevalorada de la historia desde Memorias de África”) o la ovación a Isabel Huppert (de la que dijo “nos alegra que le haya dejado entrar el Ministerio del Interior”), en una edición en la que hubo más de una sorpresa.
Entre guiños al cine clásico y homenajes a las estrellas desaparecidas este año (profundo aplauso a Debbie Reynolds y Carrie Fisher), la gala se fue sucediendo con una plétora de galardones repartidos, como los de Manchester frente al mar al Mejor Actor a Casey Affleck y Mejor guion original; así como el galardón a Viola Davis como Mejor actriz de reparto por Fences. Las películas de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Escuadrón suicida y La llegada se llevaron una estatuilla respectivamente, en las categorías de Mejor diseño de vestuario, Mejor maquillaje y peluquería y Mejor edición de sonido, así como Zootrópolis se alzó como la Mejor película de animación.
Con buen ritmo y un carácter reivindicativo bien llevado (tristemente desternillante la alusión a los medios acreditados, incluidos el Medieval Times), la gala finalizó tal como comenzó, con un sobresalto muchas ganas de fiesta. Y si bien no ha sido una ceremonia que “fuera a unir al país”, como bien indicaba Kimmel, sí que ha conseguido congregar al mundo entero frente a la pequeña pantalla, la pantalla que demuestra que ni la meca del cine es inmune a los ataques de Bonnie and Clyde.
PALMARÉS 2017
Mejor película
Moonlight
Mejor director
Damien Chazelle, La ciudad de las estrellas: La La Land
Mejor actor
Casey Affleck, Manchester frente al mar
Mejor actriz
Emma Stone, La La Land
Mejor actor de reparto
Mahershala Ali por Moonlight
Mejor actriz de reparto
Viola Davis por Fences
Mejor película de animación
Zootrópolis
Mejor guión original
Manchester frente al mar
Mejor guión adaptado
Moonlight
Mejor película de habla no inglesa
El viajante
Mejor diseño de producción
La La Land
Mejor fotografía
La La Land
Mejor montaje
Hasta el último hombre
Mejores efectos visuales
The Jungle Book
Mejor diseño de vestuario
Animales fantásticos
Mejor maquillaje y peluquería
Escuadrón Suicida
Mejor edición de sonido
La llegada
Mejor mezcla de sonido
Hasta el último hombre
Mejor banda sonora original
La La Land
Mejor canción original
City of Stars, La La Land
Mejor documental
OJ: Made in America
Mejor cortometraje
Sings
Mejor cortometraje documental
The White Helmets
Mejor cortometraje animado
Piper
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