El placer que acompaña al trabajo pone a olvido la fatiga.
Horacio

Queridos amigos de Todo Es Cine:

Es un placer volver a estar con todos vosotros. Esta semana nos hemos levantado con la noticia de que Mariví Bilbao nos ha dejado. Uno siente pena, pues era una mujer muy conocida y querida, sobre todo muy familiar, tanto que se asemejaba a una tía que aparece en tu casa cuando menos te la esperas, pero parece que siempre la has esperado. Una pasota del destino que jugaba con papeles que dejaban ver su juventud porque ella, a pesar de sus años, nacida en enero de 1930, sabía sacar en sus ojos picardiosos esa niña que no dejaba de jugar.

despedimos a marivi bilbao en todo es cine.com
Imagen de Mariví Bilbao. Imagen obtenida de La información.com. Todos los derechos reservados

Aunque llevaba años de carrera interpretativa, encajó a la perfección en los últimos papeles que le ofrecieron, como en Aquí no hay quien viva o en La que se avecina, series televisivas donde encarnaba a un personaje muy especial, una auténtica protagonista de su vida. No le importaba llevar ropa imposible que enseñara partes que ella lucía esplendorosa; los convencionalismos no le importan en absoluto.

Por eso en 2007 el corto de Borja Cobeaga en el que ella participaba, Éramos pocos,  fue nominado al Oscar; su edad no le impidió acceder a pisar la alfombra roja, al contrario, según pasaba el tiempo ella se llenaba más y más de una fuerza que sólo el trabajo y el respeto por la profesión te dan. Su última película, Maktub, también tuvo mucho éxito. Se trata de la historia real de un niño enfermo de cáncer que conoce a una familia que se queja de las cosas de las que todos nos quejamos, las que nos aburren. Pero él ve la vida de otra manera y arregla la existencia de esta familia a la que pertenece Mariví, en su papel  de abuela pasota y decidida a comerse el mundo.

Mariví nos ha dejado con buen sabor de boca, su trabajo, un trabajo bien llevado que nos ha hecho reír. Le debemos un grandísimo aplauso, ella que podía con todo, incluso con trajes de niña ochentera con coletas o lo que le pusieran. El placer del buen trabajo olvida la fatiga.

Con todo el cariño, desde Todo Es Cine.

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