pastel bodaTítulo: El pastel de boda
Título original: Pièce montée
Dirigida por Denys Granier-Deferre
Interpretada: Clémence Poésy, Jérémie Renier, Jean-Pierre Marielle  

Género: Comedia
Año de producción: 2009
Distribuida por A Contracorriente Films

Fecha de estreno : 21 Mayo 2010  

El día de la boda no ha de constituirse en el más feliz de una vida. Así parece verlo Denys Granier-Deferre realizador que, basándose en la exitosa novela homónima de Blandine Le Callet, ha llevado a la gran pantalla Pièce montée, best-seller que sólo en Francia ha vendido más de 200.000 ejemplares. Tomándola como punto de partida “su contenido es esencialmente el de la novela”, ha matizado Granier-Deferre, salvo por la incorporación de una subtrama de amor, y algunas variaciones en el tono y la tosquedad de la novela en que se inspira.

Centrada en el enlace matrimonial de Vincent y Bérengère (Jérémie Renier y Clémence Poésy respectivamente), el aspecto festivo de su casamiento no será sino la excusa perfecta para elaborar una crítica mordaz a la hipocresía social, y sus usos embusteros. Con personajes repletos de imperfecciones y fallas, ninguno será lo suficientemente positivo como para atisbar en él indicio alguno de misericordia, ni siquiera sus protagonistas, resultando desconfiado y distante el novio, así como déspota y fría la joven novia.

Sus familias se sumarán al despropósito ceremonial, representando una lucha encarnizada entre quienes asumen su condición burguesa de clase dominante, y quienes siendo excluidos de ese selecto grupo de elegancia, optan por elaborar su guerra de guerrillas mermando la moral del enemigo a base de picaduras venenosas a discreción.

Como una tragedia clásica, la jornada que separa la soltería de la vida desposada será todo un viaje iniciático, en el que se descubrirán no sólo los verdaderos sentimientos que se profesan los protagonistas, sino aquéllos que se ocultan tras el cáustico qué dirán, incluido el idilio amoroso mantenido por Maddy (Danielle Darrieux), abuela de Bérengère, y el sacerdote que oficia la ceremonia, Víctor (Jean-Pierre Marielle). Punto clave en la trama esta relación, al guionista y al realizador debemos su ingenio, hecho que, por cierto, llevó a la autora de la novela original a sentirse traicionada por el cineasta. Salvo ese despunte de amor sincero, el resto de las relaciones quedarán marcadas por un creciente desapego, hastío e incluso odio, asistiendo a un literal descenso a los infiernos de cada uno de los personajes, cobrando conciencia de sus auténticas aspiraciones, y la decepción en que se encuentran sumidos.

Con una fotografía impecable, unas localizaciones adecuadas, un reparto de lujo (encabezado por Darrieux, pero secundado por figuras como Aurore Clément, Julie Depardieu, Julie Gayet, Léa Drucker o Hélène Fillières), y una dirección correcta, es El pastel de boda la mejor oportunidad para ver lo más variado (que no selecto), de la sociedad occidental, en una vuelta de tuerca de Un funeral de muerte (2007, Frank Oz), aderezada con una cáustica versión de Cuatro bodas y un funeral (1993, Mike Newell).

Mujeres clasistas, hombres infieles, madres crueles, primos crápulas y hermanas corrosivas se darán cita en una boda a la que todos estamos invitados, y en la que, como bien simboliza su lujoso pastel de profiteroles confitados, la oquedad y el vacío se ocultan tras una ostentosa fachada repleta de nada. La gran sorpresa de la temporada.

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