bitelchus en todos al cine

Título original: Beetlejuice.
Dirección: Tim Burton.
País: Estados Unidos.
Año: 1988
Duración: 92 min.
Género: Comedia, fantasía.
Reparto: Michael Keaton, Winona Ryder, Alec Baldwin, Geena Davis, Catherine O’Hara, Jeffrey Jones, Glenn Shadix.
Producción: Michael Bender, Richard Hashimoto, Larry Wilson.
Música: Danny Elfman.

 

 

Bitelchús es ya un clásico en el cine, simultáneamente de comedia, fantasía y, ¿por qué no? también amor. Adam y Barbara Maitland (Alec Baldwin y Geena Davis, respectivamente) viven en una encantadora casa, preocupados por ponerla a punto juntos tras su mudanza. Al poco de comenzar su aventura, un fortuito accidente de coche hace que ambos pierdan su vida… ¿o no?

Como espíritus quedan atados a su casa, y no son capaces de entender qué es lo que les ha podido ocurrir. Para ayudarles, nada mejor que un libro que les va explicando poco a poco en que consiste esa nueva situación, y cómo actuar frente a la inesperada llegada de los nuevos inquilinos: la pintoresca familia Deetze. Lydia (Winonda Ryder), la siniestra heredera de tan atípicos padres, consigue entrar en contacto con los fantasmas, y, entre entusiasmada y retorcida, los convierte en sus mejores amigos.

A diferencia de Lydia, sus padres no harán tan fácil la convivencia interdimensional, y a los Maitland sólo les quedará recurrir a Bitelchús (Michael Keaton), experto bioexorcista. Este inmundo espíritu, más aficionado a poltergeists que a duchas diarias, hará pasar a los Deetzes por experiencias absurdas y aterradoras, desde un baile coreografiado en una cena con amigos, hasta una sesión de espiritismo que desemboca en una flamante boda.

Porque al fin y al cabo, este “reputado” bioexorcista no es inmune a los dardos de Cupido -o un Cupido de ultratumba al menos -, y nada más conocer a Lydia cae rendidamente enamorado, tanto que aprovechará su oportunidad para chantajearla y ofrecerle una boda a cambio de la salvación de sus padres y los Maitland, que flotando sobre una mesa en sus trajes nupciales se van desintegrando en lo que parece ser la muerte después de la muerte…

Ingeniosa, divertida y tremendamente burtonesca, este must del 88 es uno de los films más impactantes que podamos disfrutar. Cuenta además con una actuación impecable de Keaton, devorando cucarachas, y otras estrellas de los siempre eternos 80, como Alec Baldwin, Catherine O’Hara, Winona Ryder o Geena Davis, porque ellos lo valen. Y aunque me repita, es esa esencia made in Burton, de extraños personajes, góticos vestidos, dinteles imposibles y una fauna escalofriante de resignados espíritus, lo que hace una pieza de coleccionista los 92 minutos de la cinta.

Con esta película, no hace falta irse mucho más lejos para encontrar prueba más sincera de amor. ¿Qué hay más especial que una boda de rojo con la muchacha gótica a la que amas? En un suspiro abres los ojos y un lúgubre sacerdote se acerca por una puerta aparecida de cualquier manera. Los padrinos, emocionados y aprisionados por horribles esculturas de factura propia, lloran por no morir. Y los amigos, que siempre estarán en el desván cuando los necesites, van derrumbándose… en un montón de cenizas.

No hay dudas, una película como ésta marca indeleblemente, consigue hacer entretenido, lo que otros temen y colocan entre maldiciones espantosas. Y siempre, podremos asomarnos a la maqueta, y cavando entre césped de plástico y cartones, recurrir a la ayuda del entrañable Bitelch… No, de momento no.

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