vo_invitation_posterTítulo original: The invitation
Dirección: Karyn Kusama
País: Estados Unidos.
Año: 2015
Duración: 100 min
Género: Thriller
Reparto: Logan Marshall-Green, Michelle Krusiec, Aiden Lovekamp, Mike Doyle, Jordi Vilasuso, Marieh Delfino, Jay Larson, Tammy Blanchard, Emayatzy Corinealdi, Michiel Huisman, Lindsay Burdge, John Carroll Lynch, Toby Huss, Danielle Camastra, Trish Gates.
Guión: Phil Hay, Matt Manfredi
Música: Theodore Shapiro

Will (Logan Marshall-Green) recibe un día cualquiera una carta que jamás hubiera esperado. No así. Eden (Tammy Blanchard), su ex-mujer, de la que no tenía noticia desde hace dos años, le invita a él y a Kira (Emayatzy Corinealdi), su nueva pareja, a una entrañable velada en la que poder reencontrarse con ellos y otros amigos íntimos tras innumerables tragedias. Eden, al ser incapaz de superar la muerte del hijo que tuvo con Will, decidió unirse a un grupo de ayuda con el que logró canalizar su trauma de una manera… Cuanto menos inaudita. Después de su largo retiro en México vuelve a su ciudad, Los Ángeles, de la mano de un compañero de terapia, David (Michiel Huisman), quien está ansioso por conocer a todas las amistades de su chica, y muy en especial, a Will. A sus antiguas amistades se unen dos nuevas incorporaciones, también compañeros de recuperación de ese enigmático grupo de terapia. Cuando la carta de presentación de una película incluye el Premio a Mejor Película de Sitges 2015, no queda margen de duda para saber que uno está ante un film que tiene algo interesante que ofrecer. Y en este caso, el suspense es el verdadero y permanente protagonista.

Imagen de ‘La invitación‘, distribuida en España por Good Films © 2015 XYZ Films. Todos los derechos reservados.

Imagen de ‘La invitación‘, distribuida en España por Good Films © 2015 XYZ Films. Todos los derechos reservados.

Karyn Kusama (Girlfight, Jennifer’s Body, AEon Flux), ha conseguido combinar un innovador guión (a cargo de Phil Hay y Matt Manfredi), que va tejiendo un agobiante drama, con una opresiva banda sonora (Theodore Shapiro), que se sumerge en lo más profundo del espectador, creando una agobiante atmósfera, que Kusama maneja a placer para engañar y cuestionar todo lo que podemos ir descubriendo de tan delirante trama.

Con un planteamiento sencillo, unas ideas cuidadas y unas actuaciones correctas, Kusama juega al póquer con su público, aumentando la tensión con cada paso que avanza la trama. Y es que este thriller no puede dejar indiferente a nadie, e incluso hace que elementos que de manera aislada pudieran parecer previsibles e incluso prescindibles, se alcen como catarsis de una tensión que llega a hacerse irresistible. Una película muy recomendable, por la que merece alzar la copa y brindar solemnemente.

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