Del mismo modo que no tenemos derecho a consumir riqueza sin producirla,
tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin producirla
George Bernard Shaw

Qué acertado eso de “producir felicidad”. Si hay algo que te haya caracterizado, querido Luis Berlanga, es el ser “cronista de tu tiempo”, pero en una inimaginable forma de humor; cómo si no puede alguien hablar de algo tan tétrico y espantoso, como puede ser el argumento de la película El verdugo (1963), con Pepe Isbert y nuestra admiradísima Emma Penella, y que el espectador termine riendo porque la película se convierte un vodevil. Esto sólo lo podías hacer tú, Berlanga, y te hemos perdido en estos días.

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Imagen de El verdugo (1963), producida por Interlagar Films, Naga Films y Zebra Films. Distribuida en España por Ars Films (Ismael González Díaz), y Diario El País S.L. (2004).

Ha sido un mes de pérdidas, con el fallecimiento de Paco Marsó, que tuvo una importante contribución al cine español y sobre todo al teatro; sin olvidar a Carla Duval, que aunque siempre estuvo luchando por la vida, daba vida a su personaje en el teatro con su obra “Brujas”, siendo un éxito como el “último canto del cisne”, el más extraordinario.

Desde luego, donde quiera que todos estéis, os lo estaréis pasando estupendamente; gente con tanta fuerza, creatividad, sentido del humor y ganas de vivir, nos ha dejado un increíble legado. Cuando alguien quiera pasar una tarde de bonito cine, y sonreír con la gran complicidad de su director, elegirá una película tuya, Luis García Berlanga. Desde estas páginas, gracias por producir felicidad.

Con cariño, desde La Mecedora.

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