“Te quiero”, dijo él mientras su voz retumbaba en la oscuridad de la sala de cine. “Te quiero”, contestó ella con idénticas palabras; no un “y yo” o tal vez un “yo también”, sino queriendo mencionar su “te quiero” como si hubiera sido el primero y auténtico. La penumbra invitaba a la confesión, las luces y sombras que proyectaban los tráilers tan sólo dejaban ver sus perfiles, uno frente a otro, iluminados apenas a medias. Era una pareja en verdad amable, no de esas que deciden hacer del cine un hotel y se comportan como si realmente lo fuera. Había algo de honesto y conmovedor en su amor tímido, susurrante. Una pareja joven, recién estrenada la treintena, que se quería a pesar de las imágenes de la pantalla, de la observadora décimo primera fila, y de todo cuanto acontecía a su alrededor. Hacía tiempo que no veía un amor tan puro en un cine, ni dentro ni fuera de la pantalla; lástima que los guiones no alcancen ya una pureza así.
Fotograma de The Dark Knight rises. Derechos reservados a su distribuidores y/o productores
Y es que la vida supera a la ficción. En ocasiones lo que sucede en los alrededores de un cine alcanza mayor notoriedad que cuanto acaece dentro de sus pantallas. El 20 de julio, días después de sentir el embeleso de la pareja de amantes, nos enteramos de que en Denver (Colorado), un joven de 24 años ha entrado en unas sala de multicines y ha abierto fuego contra los espectadores que se disponían a ver El caballero oscuro: la leyenda renace. James Eagan Colmes es el nombre de quien podría enfrentarse a la pena de muerte por hacer su entrada en los cines, con chaleco antibalas, máscara antigas y pelo de fuego, emulando al villano Bane, e incluso a Joker, en una de las trágicas escenas del filme El caballero oscuro (2008), también de Christopher Nolan.
Doce muertos y más de cincuenta heridos es el saldo de la irrupción de Holmes en los multicines de Denver, hecho que ha conmovido a la población y a los protagonistas de la cinta. Incluso Christian Bale, actual intérprete de Batman, se ha acercado a Colorado en compañía de su mujer Sibi Blazic, para depositar flores en el lugar del suceso y visitar a los supervivientes del tiroteo. Por iniciativa propia (aunque también empujado por una campaña online que le instó a presentarse allí), el actor dejó claro que no iba en representación del estudio Warner Bros., mientras reconocía que “no existían palabras para definir el horror que sentía”.
Con todo, las preparadas campañas publicitarias previas al tiroteo y el efecto llamada de una película que se ha convertido en protagonista de todos los informativos, han conseguido que The Dark Knight rises, se convierta en la película con mayor recaudación de las últimas semanas, obteniendo más de 64 millones de dólares en diez días. De hecho toda la saga Batman, y no sólo este último episodio, parece encontrarse envuelta en un halo de oscuridad que desemboca en tragedia, si recordamos que ya en 2008 Heath Ledger falleció en extrañas circunstancias, contingencia que no impidió (si acaso lo precipitó) que se convirtiera en una de las películas más vistas de la historia del cine.
Mientras especulaciones de todo tipo se preguntan cómo y por qué acontecimientos como estos consiguen atraer a la opinión pública más que ahuyentarla, prefiero pararme a pensar en otros sucesos que sobrevienen en las salas de cine, como aquellos que empujan a una pareja de enamorados a decirse “te quiero” contra toda adversidad.
Deja un comentario