vulnerables en todo es cineTítulo original: Vulnerables
Dirección y guión: Miguel Cruz Carretero               Año: 2012
País: España
Género: Thriller
Reparto: Paula Echevarría (Carla), Joaquín Perles (Marcial), Álvaro Daguerre (Marcos), Mara Blanco (Sonia), Pablo Vega (Nacho)
Productor: Miguel Cruz Carretero, Cristina Bodelón (coproducción ejecutiva), Alfonso González Aguilar, Jaime Otero Romani.
Compañías productoras: Lasoga Films, P.A. Fast Forward, Telefónica
Distribución: World Line Cinema.
Música original: Alfonso González Aguilar.
Clasificación por edades: No recomendada a menores de 12 años.
Estreno en España: 31 de octubre de 2012

Que el thriller está en auge no es ningún misterio, especialmente en España, donde hemos asistido en los últimos años al nacimiento de un género que antes apenas había visitado nuestra gran pantalla. Nombres propios como el de Jaume Balagueró y Paco Plaza han abierto la senda a una producción con sus menos y sus mases, aunque muy meritorios por su temeridad y su arrojo. Tal es el caso de Vulnerables, debut en el largometraje de Miguel Cruz, experimentado realizador televisivo (Aída, CQC), que se ha sumergido en la producción independiente con un thriller psicológico nada desdeñable, con un suspense sostenido a lo largo de toda la cinta.

Vulnerables narra la historia de Carla (Paula Echevarría), una joven diseñadora, independiente y urbanita, que tras dar a luz prematuramente a su primera hija, decide llevarse a la niña a la finca que posee en su localidad natal, Argamasilla de Alba (Tomelloso), donde el aire libre y el campo ayudarán a la pequeña a crecer con mayor calidad de vida. Pero la hacienda manchega no es el remanso de paz que Carla esperaba. Los fantasmas de su adolescencia se mezclarán con su preocupación como madre, recordándole que sus propios padres murieron en accidente de tráfico cuando ella apenas contaba con trece años de edad. El dolor de ver la vivienda tal y como sus padres la dejaron veinte años atrás sólo es superable por el terror que suscita en ella la presencia de Marcos (Álvaro Daguerre), hijo del cuidador de la finca, Marcial (Joaquín Perles), quien se instalará en su vida y en su mente de manera terrorífica.

Esta película de miedos fundados e infundados, de fantasía y terror psicológico, no deja de mostrar algunos claroscuros, ninguno de los cuales, es de ley admitirlo, tiene que ver con la calidad de la cinta, de sus interpretaciones o de su morfología. Lingüísticamente hablando quizá falla en su sintaxis, sobre todo algunos elementos del guión que, si bien son escasos, sí adolecen de cierta incoherencia y debilidad. El modo en que se reacciona ante la bipolaridad, y el hecho de relacionarla con la leyenda del Doppelgänger alemán, resultará hiperbólico para cualquier conocedor de los procesos cognitivos; asimismo la gestión de ciertos diálogos y la longitud de los silencios son, en ocasiones, desatinadas.

Pese a ello, Miguel Cruz realiza una labor encomiable en esta opera prima con valentía y mucha personalidad, una película única en su género y que llamará la atención por su especificidad y su ambiente claustrofóbico. Un título curioso, con un final que exonera a cuantos estigmatizaba a lo largo de la trama, que demuestra que el individuo es el peor enemigo de sí mismo.

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