Cada noche en todos las habitaciones del mundo un montón de ojos se dirigen sus miradas a un armario, una puerta entreabierta o debajo de sus camas esperando acongojados, unos más que otros la aparición… Del Coco, Buti, el hombre del saco…. Son muchos los nombres que durante años o mejor dicho siglos se le han atribuido al monstruito que cada noche nos acecha entre sueños. La factoría Pixar hábilmente tomó la idea y ¡la alejó!…. Creó un cóctel explosivo. Pero donde los monstruos no dan miedo, sino enternecen y los niños en lugar de gritar de pavor gritan para aterrorizar, el mundo al revés. Así nace Monstros S.A. de Disney y Buena Vista Internacional en 2001. Esta película animada ha sido galardonada con el Óscar a la mejor canción original de Randy Newman «If I didn´t have you» y nominada a mejor banda sonora, mejor edición sonora y mejor película animada.

Todos los derechos reservados a Walt Disney Pictures

Como sucede en las últimas entregas Disney aquí nada es lo que parece -como en la vida real-. Todo estallará por la competitividad laboral entre monstruos -como pasa en cualquier empresa-, conjuras, engaños y argumento listo. Un monstruo grandote y de apariencia fiera nº 1 de la empresa de sustos de Mostropolis, Sully, al que le cederá la voz un sembrado Santiago Segura, será la víctima de la codicia laboral de alguno de sus compañeros -seguro que a muchos nos suena está historia-. Como todo héroe tiene su propio escudero cual Quijote, Mike, caracterizado por José Mota.

Ambos se convertirán en los protectores de la pequeña y adorable Boo que por accidente intencionado da a parar entre los habitantes de Monstruopolis. Enredos, engaños, y un descubrimiento grandioso: que una risa es más potente que un llanto. Los acontecimientos como suele pasar no se suceden como queremos en principio, pero al final los buenos siempre ganan y nuestros amigos asustadores se convertirán en los poseedores de una nueva empresa emergente -que en estos tiempos de crisis no está nada mal-, donde Sally tendrá acceso al mundo de Boo para siempre y donde las risas se convertirán en la mejor fuente de energía que podría existir; hecho que sin duda en los momentos tan duros que nos ha tocado vivir deberíamos tener en cuenta. Así que… Todos a reírnos.