Dirección: Jaume Balagueró
País: España.
Año: 2011
Duración: 97 min.
Género: Suspense, thriller.
Reparto: Luis Tosar, Marta Etura, Alberto San Juan.
Música: Lucas Vidal.
Montaje: Guillermo de la Cal.
Guión: Alberto Marini.

Una mirada ajena se fija en ti. Mientras haces malabares con tus bártulos, bolsas incluidas, el escáner más sofisticado jamás visto en la evolución darwiniana te barre milímetro a milímetro en busca de evidencias. Porque tu educada sonrisa o tu ligera cháchara sobre el tiempo no puede ocultar, a la perspicacia de tu espectador, qué has hecho en realidad. Qué ha pasado hoy. Cómo te sientes sinceramente. Y es que tu portero, silencioso, errante y meditativo puede tener mucho más de terror que la mayoría de fábulas de Halloween.

César (Luis Tosar) se extralimita en sus funciones de portero. Y no sólo por el hecho de ayudar a sus vecinos en sus más nimios problemas, si no por controlar con absoluta dedicación la vida de éstos. Él sólo pretende conseguir que sus vidas sean al menos tan miserables como la suya propia, y así aliviar su profunda desazón. Pese a ser una gran experto en este campo, parece que con Clara (Marta Etura) lo va a tener difícil, ella es una chica optimista y feliz que consigue poner al mal tiempo buena cara… aunque quizás tenga un límite…

Jaume Balagueró no es un recién llegado ni a nuestras pantallas ni al género de terror. En su haber: Darkness (2002), Frágiles (2005) y la saga REC ([REC] – 2007, [REC]2 – 2009 y [REC]4 Apocalipsis – 2013), entre otras. Balagueró crea una película intensa pero sencilla, con pocos sustos y mucha tensión, con mucha realidad y poco dejado al azar. Encaja perfectamente el ritmo de una narración que lleva su crescendo a cotas espectaculares, con escenas que acaban con la paciencia del más manso. Y no sólo un buen director es aquel que arrolla título tras título en carteleras, si no el que sabe atraer y rodearse con cada nuevo proyecto de los mejores actores. En esta ocasión, dirige a Marta Etura y Luis Tosar (ambos coincidieron antes en Celda 211 (2009)), acosada y acosador, que forman un tándem que eleva la incertidumbre del guión con una perfecta complicidad, tan extraña en este film. Balagueró y Marini – a cargo del guión -, experimentados creadores de misterio, no dejan pasar la oportunidad de hacerte mirar bajo tu cama, asegurándote de que no hay nada ni nadie esperando tu sueño.

Y es que ahí radica la esencia del terror fílmico: en encontrar su hueco en nuestra vida. Conseguir traspasar la pantalla y alcanzar en lo más recóndito de nuestro desasosiego y pasar así a alimentar nuestra galería privada de gritos oníricos. Una clave más de tantas películas del género: aprovecharse de esas largas horas de desconexión con la realidad, y aportar una hipótesis más de lo que nos puede ocurrir cuando más vulnerables somos.

Impecable película, de principio a fin. Una pieza más que aporta lustre a un cine patrio que siempre se tiende denostar con generalidades, y que gana más que sonadas reprimendas cuanta más ayuda requiere. Altamente recomendable para alguna de estas tardes otoñales donde la noche llega antes de lo acostumbrado, cuando el frío poco a poco entra en casa y apetece disfrutar arropado… aunque sea disfrutar de tan tensa experiencia.

Como bien dice el propio cartel promocional: mientras duermes, alguien vela por ti… Así que, no te preocupes si olvidaste saludar a tu portero. Es posible que aún puedas darle las buenas noches antes de dormir.