Dirección: Álex de la Iglesia
Guion: Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarria
País: España
Año: 2013
Producción: Enrique Cerezo y Franck Ribière
Reparto: Hugo Silva (José), Mario Casas (Tony), Jaime Ordóñez (Manuel), Carmen Maura (Graciana Barrenetxea), Terele Pávez (Maritxu), Carolina Bang (Eva), Carlos Areces (Conchi), Macarena Gómez (Silvia), Santiago Segura (Miren), Secun de la Rosa (Inspector Pacheco), Pepón Nieto (Inspector Calvo), Enrique Villén (Adolfo), Javier Botet (Luismi), Gabriel Delgado (Sergio), María Barranco (clienta), Manuel Tallafe (hombre de Badajoz).
Música: Joan Valent
Fotografía: Kiko de la Rica
Montaje: Pablo Blanco
Vestuario: Paco Delgado
Género: Comedia, Terror
Estreno: 27 de septiembre de 2013.
Pocas veces se acude a una sala de cine para reencontrarse con un director emblemático, un cineasta capaz de tildar de asesina a una Mirinda o de situar el nacimiento del mal en Nochebuena. Pocos realizadores están dispuestos a planificar un crimen ferpecto con ochocientas balas en los alrededores de Oxford, para más tarde dar vida a unos payasos que gracia, lo que se dice gracia, no quieren dar. La nave de Plutón BRB Nero despegó hace tiempo y con él también la brujería femenina, pero eso es anecdótico para De la Iglesia, lo que cuenta es la historia y, en esta ocasión, vuelve a contarla junto con Jorge Guerricaechevarría, compañero de palabras desde que el bilbaíno se pusiera tras las cámaras. Pullas aparte, escarnios aparte, Las brujas de Zugarramurdi es una película sin pespuntes, tan bien contada como descarada, histriónica pero perfectamente orquestada. En ella De la Iglesia retoma el espíritu controvertido de El día de la bestia sin miedo al qué dirán, y con un reparto que da lo mejor de sí mismo; eso sí, todo ello al servicio de una historia entregada a la sorna, al vapuleo incluso, pero morfológicamente tan bien hilada que es difícil sacarle un pero.
Imagen de “Las brujas de Zugarramurdi” – Copyright © 2013 Enrique Cerezo Producciones. Distribuida en España por Universal Pictures International Spain. Todos los derechos reservados. |
Todo comienza con un padre divorciado, insolvente y algo extremo, José (Hugo Silva), que para poder pasar la pensión compensatoria a su ex mujer Silvia (Macarena Gómez), está dispuesto a atracar una céntrica tienda de empeños. En plena Puerta del Sol, disfrazado de Jesucristo refulgente, José entrará con escopeta en mano para hacerse con el oro de la tienda. Con él estarán su hijo Sergio (Gabriel Delgado), a cuya compañía no renuncia ni tan siquiera en horario de “trabajo”, y Tony (Mario Casas), otro desheredado social tan atractivo como dudoso, enfundado en un discreto disfraz de soldado de juguete. Cuando el atraco se les vaya de las manos, no les quedará más remedio que subirse al taxi de Manuel (Jaime Ordóñez), a quien obligarán a conducirles hasta Francia. Por el camino, sin embargo, deberán hacer una parada en el pueblo navarro de Zugarramurdi, lugar azotado por la Inquisición, que en la Edad Media ejecutó en la hoguera a una veintena de mujeres condenadas por brujería. Ahora los atracadores, el niño y el taxista, seguidos de cerca por la ex mujer de José y los inspectores Calvo (Pepón Nieto) y Pacheco (Secun de la Rosa), deberán enfrentarse a algo más que una leyenda, a una horda de auténticas brujas capitaneadas por Graciana Barrenetxea (Carmen Maura), su madre Maritxu (Terele Pávez), y su atractiva hija Eva (Carolina Bang). Unas brujas caníbales que no se lo pondrán nada fácil a nuestros protagonistas y que demostrarán que su fortaleza es muy superior a la fama que les precede.
Imagen de “Las brujas de Zugarramurdi” – Copyright © 2013 Enrique Cerezo Producciones. Distribuida en España por Universal Pictures International Spain. Todos los derechos reservados. |
Menos hitchconiano de lo acostumbrado, y quizá más felliniano de lo que se espera, Álex de la Iglesia vuelve a la arena cinematográfica dispuesto a romper moldes y a dar de qué hablar, porque sí, Las brujas de Zugarramurdi es una gran película; su calidad es muy superior a lo cotidiano; su guion no tiene hendiduras y su interpretación es sencillamente perfecta, pero no deja de ser una película de De la Iglesia y la irreverencia es marca implícita y casi obligada de la casa. Por ello no es de extrañar que hiera susceptibilidades, que las herirá; tampoco que se muestre hiperbólica, porque lo es; ni por supuesto que en ocasiones resulte misógina, que lo pretende. Las brujas de Zugarramurdi está pensada y muy bien pensada; medida y bien medida para ser desmedida. Porque De la Iglesia es así, quienes hemos tenido el honor de conocerle sabemos que su genio implica la insolencia y que siempre ha sido de ese modo, desde Acción mutante a Perdita Durango. En esta ocasión, sus comentarios acerca de las mujeres, sus garras, sus tejidas telarañas, sus manejos y sus juegos sucios, son llevados hasta el extremo, de suerte que cuando han alcanzado su cénit, ya no pueden sino empujar a la risión, al punto culminante de la comedia disparatada. Por eso es una película burlesca, no exenta de algunas dosis de azufre, pero burlesca, de hombres atormentados por mujeres manipuladoras, y de una humanidad en peligro por una Castafiore pantagruélica e informe de senos asfixiantes, perfil que entronca directamente con Amarcord y con Fellini; en un mundo lleno de enigmas y aventuras propias de Hergé.
Imagen del rodaje de “Las brujas de Zugarramurdi” – Copyright © 2013 Enrique Cerezo Producciones. Distribuida en España por Universal Pictures International Spain. Todos los derechos reservados. |
Pero no se llamen a engaño, es puro divertimento del director, un director que, siendo presidente de la Academia de Cine, denunció ante nosotros la falta de paridad en el acceso a la dirección entre hombres y mujeres; un director cuya última película, aun siendo cínica, está protagonizada por una ingente mayoría de féminas, aunque sea para realizar un personal ajuste de cuentas con un mundo femíneo tan grotesco como improbable.
Y es que Las brujas de Zugarramurdi resulta una sensacional propuesta cinematográfica, cuyo indiscutible plantel invita a su visión y cuya calidad merece batir récords de taquilla. Una cinta cuyos golpes de efecto, aguijones y reparto perdurarán en su memoria sin indulgencia. Así que ya lo saben, quedan todos invitados a la cena caníbal de nuestro gran anfitrión Álex de la Iglesia. Eso sí, no pregunten por el menú, porque lo que estas brujas tienen preparado, ya no es cosa nuestra.
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