Título original: The Bookshop
Año: 2017
País: Coproducción España, Reino Unido y Alemania.
Director: Isabel Coixet
Guion: Isabel Coixet, basado en la novela homónima de Penelope Fitzgerald.
Música: Alfonso de Vilallonga
Fotografía: Jean-Claude Larrieu
Reparto: Emily Mortimer, Patricia Clarkson, Bill Nighy, Honor Kneafsey, James Lance, Harvey Bennett, Michael Fitzgerald, Jorge Suquet, Hunter Tremayne, Frances Barber, Gary Piquer, Lucy Tillett, Nigel O’Neill, Toby Gibson, Charlotte Vega
Preestreno en SEMINCI: 21 de octubre 2017.
Estreno en España: Noviembre 2017.
Sostenía Henri Matisse que el arte no debe confundir, sino ser equilibrado, puro y sereno. Y lo decía él que revolucionó el mundo artístico con el fauvismo primero y la ruptura de todo convencionalismo después. Pero ser equilibrado, y además puro y sereno, no implica evitar la profundidad, todo lo contrario, significa hacerlo pero sin histrionismos ni extravagancias. Con The Bookshop Isabel Coixet se ha adentrado en una nueva dimensión cinematográfica, toda ella contenida y serena, desprovista de la distorsión y escorzo contemporáneos. En esta etapa de superabundancia del pastiche kitsch, Coixet ha elaborado un ejercicio sublime de contención cinematográfica, llevando la tensión y la crueldad de la novela de Penelope Fitzgerald a cotas de estoicismo difícilmente imaginables.
Nos situamos en la Inglaterra de 1959, una interminable etapa en que se disipan con lentitud los rigores de la postguerra. En la localidad pesquera de Hardborough, la joven viuda Florence Green (Emily Mortimer) decide invertir todo su capital en abrir una modesta librería. La reticencia e incultura generalizadas en la zona no impiden a Florence mantener un elevado nivel de expectativas, creyendo que brindar la oportunidad de acercar la literatura a sus convecinos podría mejorar la vida de la comunidad. A su fervor lector se unirá su inagotable tenacidad, cualidades que le hacen ser blanco de todos los comentarios y miradas. Florence lo sabe y lo acepta, sublimando toda la insatisfacción en un proyecto que le reconforta y que le acerca a su difunto marido. A pesar de la explícita oposición de la clase adinerada local, especialmente la de Violet Gamart (Patricia Clarkson), Florence cuenta con su librería, rincón particular donde dar rienda suelta a su pasión intelectiva, en compañía de su pequeña ayudante Christine (Honor Kneafsey).
Lejos, en la colina, otra alma lectora y desencantada mira con buenos ojos la existencia de ese descanso intelectual. Desde su mansión, el señor Brundish (Bill Nighy) instará a Florence a hacerle entrega semanal de libros que él pueda devorar en su retiro solitario. Con Fahrenheit 451 de Ray Bradbury o Lolita de Nabokov, Florence y el señor Brundish irán soldando una relación personal que trascenderá lo meramente formal, convirtiéndose en bastión de la resistencia y de la lucha del bien contra el mal.
Brillante adaptación de la novela de Fitzgerald presentada en la 62 Edición de la SEMINCI, en ella emerge a cada paso la figura de su directora, que filma una historia de acoso áspera y explosiva de manera limpia, bien rematada, sin esquirlas ni recortes; unos trazos perfectamente definidos que construyen una acción soterrada y palpitante, generadora de un desasosiego tan real como la vida misma.
Con esenciales como Alfonso de Vilallonga y Jean-Claude Larrieu, tanto la banda sonora como la fotografía de The Bookshop imprimen un carácter realista alejado de la fábula, algo que llega a su culminación con un reparto excepcional encabezado por Emily Mortimer y Bill Nighy, y una antagonista de excepción como Patricia Clarkson. A ellos debemos sumarle, en justicia, una muy patente presencia de su directora, una Coixet que graba su firma y todo su mundo interior en los encuadres, las miradas, lo táctil, los silencios, la pasión por la lectura y hasta un homenaje más que merecido a 84 Charing Cross Road de Helene Hanff.
Una película cardinal para recuperar el amor por el cine, capaz de retratar con absoluta elegancia la tensión que subyace a la quietud de una sociedad cruel. Imprescindible.
Deja un comentario