La Machi. La gran Machi. Escasos son los nombres que se ganan la asignación de un artículo determinado, unos pocos y casi siempre femeninos, que van en concordancia no solo con el género y el número, sino con el mérito profesional. Carmen Machi se ha ganado a pulso esta distinción casi heráldica como gran dama del teatro, de la televisión y del cine, una virtud que en lugares como Reino Unido le hubiera valido el título de Dame y que en España, se ve recompensado con el cariño de público y crítica, de la práctica totalidad de la sociedad. Ganadora de innumerables premios y galardones, Carmen Machi asume retos interpretativos de toda índole, ya sea como madre de una prole urbana (Aída), como la alcahueta Fabia (El caballero de Olmedo), o como Marta, una misteriosa asistenta en El tiempo de los monstruos, película de Félix Sabroso que reúne a Machi con Javier Cámara, Candela Peña, Secun de la Rosa, Julián López o Pilar Castro, y que ahora presentan en Madrid. Atenta y cordial con la prensa, tras departir con otros compañeros Carmen Machi se acerca a mí en el lobby del hotel EXE, en pleno centro de Moncloa. Lleva pantalones negros y una blusa blanca y negra que, a lo lejos, parece gris perla. Su favorecedora melena rubia acentúa sus rasgos amables, y no puedo evitar declararme admiradora cuando serena, se presenta con voz dulce y reverberante, como Carmen. Es entonces, en el preciso momento en el que ambas hablamos de cine, de vocación y de la vida, cuando comprendo por qué Carmen Machi ha conseguido instalarse en la cima interpretativa y en el afecto del público. Es en ese instante en el que entiendo que en el mundo del arte, desde Mérimée, ha habido muchas Carmen; pero como la Machi, la gran Machi, solo hay una.

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Carmen Machi entrevistada por nuestra compañera Lucía Tello Díaz

Lucía Tello Díaz.- Ante todo enhorabuena, eres una de las actrices más polivalentes del panorama interpretativo actual, triunfando en televisión, teatro, cine… ¿Cómo se consigue hacerlo todo?

Carmen Machi.- No sé, de verdad que no sé –sonríe tímida-. En verdad es todo lo mismo, no hay tanta diferencia.

LTD.- De todas ellas, ¿hay alguna vertiente interpretativa en la que te sientas más cómoda?

CM.- En realidad los actores somos unos buenos mentirosos, tenemos que hacer posible algo que no pasa, eso es todo; por ello, el medio en el que estés da igual, porque la manera de contarlo tiene que ser la misma; lo único que se necesita es tener una buena materia prima, unos buenos mimbres, y el material tiene que ser bueno, en este caso, un guion, un texto de teatro. Si el material es bueno y tienes un buen director y estás rodeado de buenos compañeros, como en el caso de El tiempo de los monstruos, pues ya está –sonríe-. No hay mucho más. Eso sí, tampoco es fácil encontrar todo eso. A veces consiste en elegir. Sí, a veces lo importante es tener gusto.

LTD.- Totalmente cierto

CM.- Hace algún tiempo ya me pude permitir el lujo de elegir, que no siempre se puede. Es un lujo pero también fue una decisión mía personal, el poder optar y elegir, que es lo que a mí me hace realmente feliz. También me hace feliz el enfrentarme a retos muy grandes, retos que lo son para mí, a lo mejor a otros no se lo parece; pero me gusta trabajar con grandes textos, los personajes a los que les ocurren cosas que a mí no me gustaría que me pasaran nunca –ríe-, cosas terribles, y me gusta mucho el drama, porque del drama parte la comedia, y para ser un actor que pueda dominar la comedia, tienes que ser un actor dramático con muchas tablas. Por eso yo siempre digo que es todo lo mismo. Es sencillo.

LTD.- No es tan sencillo, pero teniendo talento la tarea parece más fácil.

CM.- Bueno pero me dedico a esto, seguro que si hiciera lo tuyo no daría pie con bola –ríe-.

LTD.- Esto sí que sería fácil para ti –ambas reímos-. Retomando tu carrera, este año Ocho apellidos vascos ha supuesto un éxito sin parangón, sumado a tu triunfo en las tablas con El caballero de Olmedo, y otros semejantes en otros campos. Cuando comenzaste la carrera interpretativa, ¿imaginabas que llegaría este amor del público, estos éxitos, esta posibilidad de elegir?

CM.- No, qué va, pero ni siquiera te lo piensas ni te lo planteas, todo es mucho menos complicado, en cuanto a que no es lo que parece. A lo mejor desde fuera se ve como algo muy grande pero éste es un trabajo como otro cualquiera, es un oficio que requiere mucho esfuerzo, pero la ventaja es que como te gusta, no se hace pesado. El éxito que nunca esperaba y siempre soñé era poder comer de interpretar; me parece un lujo que te paguen por hacer esto. Me lo sigue pareciendo. Eso es lo que sí que tiene más valor para mí, el poder levantarte por la mañana y hacer lo que quieres hacer. Unas cosas te salen mejor, o te dan más felicidad que otras, pero siempre es levantarte con lo que es tu oficio, aquello que desde pequeña pensaste que te gustaba y, sobre todo, que te resultaba cómodo. Aunque lo hiciera mal, era mi lugar, actuar fue encontrar mi lugar en la vida. Y ya está, más allá de pensar en todo lo demás. Y luego además, no te esperas poder trabajar con gente que te enseñe tanto en la vida, que te aporte tanto. Eso sí, pero hay que quitarle mucha miga. Es un curro como cualquier otro –ríe-.

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Carmen Machi entrevistada por nuestra compañera Lucía Tello Díaz

LTD.- Mucha gente considera la televisión como un medio de segunda división, como el hermano menor de la interpretación tras el teatro y el cine. Sin embargo, la televisión ha sido cantera y lugar de trabajo de grandes artistas. ¿Qué opinión te merece el trabajo en la televisión?

CM.- Creo que es por pura ignorancia que la gente opine de ese modo. Hacer televisión es muy difícil, mucho. Aparte, fíjate que lo que estás diciendo no se refiere solo a gente ajena a la profesión, sino a gente de la propia profesión que opina eso, lo que es todavía más deplorable. No. Ni es mejor el teatro que el cine ni que la televisión, ni la televisión te convierte en alguien peor. Es mentira. Yo he trabajado en los tres medios, y en la televisión no trabajo porque quita mucho tiempo para poder hacer otras cosas, así de simple. Pero yo concretamente he vivido una televisión buena, muy buena, con muy buenos guiones, con muy buenos actores, con muy bueno todo. Si la abandoné fue por unas cuestiones que tienen que ver con que ya era el momento, ya estaba. Insisto en que la gente que opina eso es por pura ignorancia, porque lo desconocen. De hecho, te diré que para mí el teatro es el medio más fácil, porque es lo que más he hecho en mi vida; nací haciéndolo, desde joven es donde encuentro más armas, donde mejor me sé defender. El cine me parece el medio más difícil, y la televisión me parece muy costosa de hacer, en ella tienes que dar credibilidad durante mucho tiempo y al mismo personaje, requiere un esfuerzo muy grande y además te conviertes en un personaje mediático, lo que es bastante duro. Eso sí, la experiencia que se hace en televisión no se hace en ningún otro medio. En realidad no se trata de un medio, sino del material que tengas entre manos.

LTD.- Desde tu punto de vista, ¿cómo ves la situación del cine español, estamos saliendo de la crisis?

CM.-  Saliendo –reímos- ¡a ver si es verdad! Bueno, el cine español está dotado, como demostramos cada día, de talento, de ganas, de interés en salir de ésta, y estamos dando un golpe encima de la mesa, aunque no nos quieran escuchar. Vamos a seguir haciendo cine, nos lo ponen muy difícil pero miro alrededor y cuando me rodeo de gente, de mis compañeros de profesión, veo que estamos todos pensando igual; no hay nada que nos vaya a hacer dejar el cine; nadie lo va a evitar, nadie lo va a impedir. Y estando gente como tú y como yo, que estamos en el mismo barco, saldremos. Nos lo ponen muy complicado, pero yo que estoy en proyectos diferentes, con distintas maneras de financiación, desde el éxito de la temporada a películas de autor, realmente veo que estamos todos en esto. Y no nos van a parar.

2 comentarios

  1. Max 26 agosto, 2014 at 4:55 pm

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    Grande Carmen Machi y grande Lucía! Una conversación genial, me gustaría que siguierais horas y horas más!

    • Lucía Tello Díaz 27 agosto, 2014 at 10:34 am

      Responder

      ¡Gracias Max! Un comentario precioso, aunque a decir verdad, grande es Carmen Machi exclusivamente. Ojalá hubiera durado más la conversación, es un placer oír a una artista como ella.

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