La murmuración se arece al humo porque se disipa pronto, pero ennegrece todo lo que toca.

Madame de Staël

Queridos amigos de Todo Es Cine:

Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy os voy a hablar de una película de William Wyler, La calumnia (1961), la segunda adaptación de la la obra teatral The Children’s Hour de Lillian Hellman que realizó el director (tras la primera versión de 1936).

Imagen de ‘La calumnia’ © 1961 The Mirisch Company. Todos los derechos reservados.

La historia nos lleva a la vida de Karen (Audrey Hepburn) y Martha (Shirley MacLaine), dos amigas desde el colegio que han conseguido cumplir su deseo, el de poder tener una escuela de señoritas. Allí, poco a poco van teniendo más niñas, muchachas preadolescentes a las cuales se les da una buena educación. Mientras Martha ayuda a su tía Lily (Miriam Hopkins), Karen consolida su relación con su novio Joe (James Garner), el médico del lugar, un hombre muy enamorado con quien ya ha puesto fecha para su boda.

Imagen de ‘La calumnia’ © 1961 The Mirisch Company. Todos los derechos reservados.

Su vida gira alrededor de esas pequeñas de poder hacer que su sueño dé sus frutos, pero entre esas niñas está Mary Tilford (Veronica Cartwright), una niña rica criada por su abuela Amelia Tilford (Fay Bainter), una mujer poderosa e influyente de la ciudad.

Como las dos profesoras son más exigentes que su familia, eso enfada a Mary, quien aprovecha las debilidades de su compañera Rosalie (Veronica Cartwright      ), una niña con problemas de cleptomanía, para poder manipularla.

Imagen de ‘La calumnia’ © 1961 The Mirisch Company. Todos los derechos reservados.

Así, un día que es castigada, Mary no se queda quieta y pide ayuda a su abuela para que la saque de aquel colegio. Ya en casa de su abuela, empieza a hablar de sus profesoras, hasta el punto que la mujer corre la voz y todo el mundo saca a las niñas de la escuela. Karen y Martha no entienden qué sucede y acuden a la casa acompañadas de Joe, ante el interrogatorio hecho, parece que a Mary se le escapan varias mentiras, pero hay una que es especialmente dolorosa. Pero eso ya es para vosotros.

Imagen de ‘La calumnia’ © 1961 The Mirisch Company. Todos los derechos reservados.

La calumnia es una película estupenda, un melodrama del que puede emerger el aprendizaje, y es que las mentiras, las calumnias, nunca caen en vacío. Son expertas en destruir a las personas y, como reza la máxima, la murmuración se parece al humo porque se disipa pronto, pero ennegrece todo lo que toca.

Con todo el cariño, desde la Mecedora.

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