Título original: The cabin in the woods.
Dirección: Dre Goddard.
País: Estados Unidos.
Año: 2012
Duración: 95 min.
Género: Terror.
Reparto: Kristen Connolly, Chris Hemsworth, Anna Hutchinson, Fran Kranz, Jesse Williams, Jodelle Ferland, Richard Jenkins.
Guión: Drew Goddard, Joss Whedon.
Producción: Joss Whedon.
Música: David Julyan.
Con este título tan descriptivo… ¿Qué se puede esperar? La misma historia de siempre… Sí. Y no. Todo es conocido para el espectador, ya casi hiede más la historia que los putrefactos malvados. Pero, de repente, todo se derrumba y deja de ser igual. Y más que miedo, la sorpresa pasa a ser la protagonista de la cinta.
Dana (Kristen Connolly), Curt (Chris Hemsworth), Jules (Anna Hutchinson), Marty (Fran Kranz) y Holden (Jesse Williams) forman la típica pandilla de universitarios estadounidenses, que, en un arrebato de originalidad, deciden pasar un fin de semana en una cabaña perdida en el bosque. Y sinceramente, no seguiré contando más detalles, porque son eso precisos detalles los que hacen que esta cinta merezca la pena.
Con incontables guiños al género de terror made in USA, la trama va siguiendo unos derroteros a simple vista previsibles pero con un toque irregular. Y cuando nos queremos dar cuenta, ¡bam! ya nada es lo que esperábamos. Hasta los actores, que no destacan por una aportación brillante, son las perfectas elecciones para tan delirante guión.
Si míticas películas, como el tan parodiado Exorcista (1973) o Poltergeist (1982), cuentan con su precisa ración de siniestras coincidencias que se ceban de los participantes en las mismas, esta película no podría ser menos. Eso sí, revisado a nuestra actualidad, ya que desde su grabación en 2012 la difusión ha sido una misión imposible al nivel de las perpetradas por Tom Cruise. Su estreno en Estados Unidos se retrasó lo indecible por problemas económicos de la productora, y pese a recibir una larga lista de halagos en el Festival de Sitges de 2012, la película no ha salido a la luz en España hasta hace poco, dado que la distribuidora encargada acabó quebrando.
Con un renacido intento por parte de una alianza de distribuidoras independientes (Good Films) y grandes productoras (Canal + en este caso), finalmente la película ha podido ver la luz en ciertas salas de nuestro país. Y no, no bajo la típica de coletilla de “sólo en las mejores salas” pues, de momento, no ha superado gran número de ellas a lo largo de España.
Entretenida y refrescante, aunque en un principio nos deja adelantarnos e indignarnos con tanta repetición, no es más que la manera de que cuando bajemos las defensas, una película a medio camino entre el homenaje y la burla, entre el terror y la comedia, nos sorprenda. Bravo por las películas que no me dejan apenas describir como comienzan, eso significa que merecen la pena.
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