Dirección: Jason Reitman.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 91 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Ellen Page (Juno), Michael Cera (Bleeker), Jennifer Garner (Vanessa Loring), Jason Bateman (Mark Loring), Allison Janney (Bren), J.K. Simmons (Mac), Olivia Thirlby (Leah), Eileen Pedde (Gerta Rauss), Rainn Wilson (Rollo), Daniel Clark (Steve Rendazo), Aman Johal (Vijay).
Guión: Diablo Cody.
Producción: Lianne Halfon, John Malkovich, Mason Novick y Russell Smith.
Música: Mateo Messina.
Fotografía: Eric Steelberg.
Montaje: Dana E. Glauberman.
Diseño de producción: Steve Saklad.
Vestuario: Monique Prudhomme.
Estreno en USA: 5 Diciembre 2007.
Estreno en España: 1 Febrero 2008.
Obtener verismo alguno de un guión escrito para un personaje adolescente nunca ha sido, empíricamente hablando, un éxito en modo alguno. Jóvenes encorsetados en un lenguaje pomposo y antinatural; imberbes que muestran una madurez inverosímil o una juventud hueca y vacía, sin vocabulario ni intelecto, suelen ser los pecados que, como mínimo, se le podría reprochar a esos personajes arquetípicos y en celo que sólo saben moverse en el terreno del onanismo colectivo o la precoz –e improbable- erudición. Sin embargo, en medio de este infructuoso y siempre repetitivo canon de errores irresueltos aparece Juno, la historia de una adolescente malhablada y decidida –Ellen Page- que, si bien en los primeros minutos puede resultar forzada e igualmente artificial –cuesta adaptarse al ritmo de su temperamento-, demuestra que, a veces, los guionistas también son capaces de descender al mundo real. Joven de 16 años, hija de un matrimonio desestructurado e inquieta por las responsabilidades de su recién descubierta sexualidad, Juno representa a una juventud hastiada de los convencionalismos y despreocupada del pernicioso e histórico qué dirán. Personaje inusual, Juno parece tener muy claro las consecuencias que siguen a determinados comportamientos, al tiempo que reconoce sus propias limitaciones juveniles. Sin tensiones, ni ansiedad, ni histeria, Juno se hace cargo de una situación que le supera, con una dignidad propia de cualquier adulto. Embarazada de un infantil y decididamente limitado amigo –no hay edad para mayores compromisos-, Juno decidirá tener el niño para darlo en adopción. A partir de entonces, la vida de esta joven pasará del mundo de la música, las guitarras y el instituto, a un universo plagado de ecografías, soledad y contracciones. No obstante, no es Juno la historia de una niña obligada a ser y comportarse como una mujer, sino la historia de muchas mujeres obligadas a estar solas en un mundo de hombres que rehúsan dejar de comportarse como niños. Independientes, luchadoras y realistas, las mujeres de este filme se harán cargo de sus vidas sin más apoyo que el de su propia fortaleza, dependiendo de ellas y de la esporádica solidaridad de las féminas de su entorno. Una madre sin hijo –Jennifer Garner-, una niña madre y una madrastra a cargo de dos hijas, llevarán el peso de esta trama curiosa, humana y tan divertida como reveladora.
Sin duda, una de las mejores películas de los últimos tiempos.
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