fueraDirección: Nacho García Velilla.
País: España.
Año: 2008.
Duración: 111 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Javier Cámara (Maxi), Lola Dueñas (Alex), Fernando Tejero (Ramiro), Benjamín Vicuña (Horacio), Luis Varela (Jaime), Chus Lampreave (Celia), Cristina Marcos (Marta), Alexandra Jiménez (Paula), Junio Valverde (Edu).
Guión: Nacho G. Velilla, David Sánchez Olivas, Oriol Capel Mir y Antonio Sánchez Olivas.
Producción: Daniel Écija, Tedy Villalba y Nacho G. Velilla.
Música: Juanjo Javierre.
Fotografía: David Omedes.
Montaje: Ángel Hernández-Zoido.
Dirección artística: Javier Fernández.
Vestuario: Silvia García-Bravo.
Estreno en España: 11 Abril 2008.

Hace siete años, una hasta entonces desconocida realizadora alemana, Sandra Nettelbeck, presentó ante la opinión pública el film Bella Martha, su ópera prima y hasta ahora única filmografía, en la que se nos narraban las vicisitudes por las que una neurótica chef de Hamburgo debía pasar, cuando el destino hizo que su hermana falleciera, empujando a su metódica y cuadriculada vida a adaptarse al compás de su pequeña sobrina. Años después, a nuestras pantallas llegó Sin reservas (Scout Hicks, 2007), copia más o menos fidedigna –se mantenía la directora en su papel de guionista- pero burda a fin de cuentas, en la que se volvía a hacer hincapié en los avatares entre los fogones como método catártico para alcanzar la felicidad. Sin hacer reminiscencias directas a cintas predecesoras como éstas, Fuera de carta viene ahora a ahondar aún más, si cabe, en el difícil camino que supone la consecución de la madurez personal, sobre todo para un cocinero eremita e insociable.  Maxi (Javier Cámara), es el histérico propietario de un popular restaurante de Chueca, el Xantarella, que vive obsesionado con proyectar nacionalmente su negocio a través de una famosa guía gastronómica. A su cargo trabaja Alex (Lola Dueñas) una maître desgraciada en amores cuyo máximo pecado es enamorarse de los hombres equivocados, y ser la mejor amiga de Maxi. Todo parece seguir el curso que impone la déspota batuta del cocinero, hasta que la repentina muerte de su ex mujer (Cristina Marcos) le obliga a hacerse cargo de sus dos hijos menores, a quienes había abandonado al reconocer su verdadera sexualidad. A partir de entonces, la que era una voluptuosa y hedonista existencia para el chef, se convierte en un rifirrafe constante, en el que se impone un peculiar tour-de-fource entre el padre y los niños, y que da lugar a las más disparatadas situaciones –hilarante la versatilidad de los cuentos infantiles-. Escrita y dirigida por Nacho García Velilla, conocido guionista de series como Médico de Familia, Siete vidas o Aída, esta ópera prima bebe del humor burlesco de las producciones televisivas en las que García Velilla se desenvuelve con total soltura, al tiempo que aporta una seriedad sosegada –no exenta de crítica y reflexión-, nada frecuente en las comedias de enredo, tan dadas al chascarrillo visual fácil, y siempre próximas a las alocadas soap-comedy de los años veinte.  En definitiva, es ésta una buena propuesta para una sesión de cine, en la que se ofrece buen humor de primero; un variado y fresco plantel de segundo –con sorpresas de la talla de Fernando Tejero, Chus Lampreave y Luis Varela-, y un redondo y sólido guión de postre. ¡Bon appétit!

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