exorcismo
Título original: The Last Exorcism
Dirección: Daniel Stamm
País: EEUU, Francia.
Año: 2010.
Duración: 99 min.
Género: Terror, Suspense.
Reparto: Patrick Fabian, Iris Bahr, Louis Herthum.
Guión: Huck Botko, Andrew Gurland.
Producción: Marc Abraham, Thomas Bliss, Eli Roth, Eric Newman.
Edición: Daniel Stamm.
Fotografía: Zoltan Honti.
Música: Nathan Barr.
Estreno en España: 6 de mayo del 2011.

Dejando de lado contorsiones demoníacas y los vómitos multicolores, esta película nos presenta lo que parece ser una nueva versión de los clásicos exorcismos, tratando de rejuvenecer una cara ya marcada por cortes y pústulas…

El reverendo Cotton Marcus sufre por una crisis de indentidad en la que se replantea todas sus creencias, incluidas la fe que deposita en su labor como exorcista. Dentro de su voluntad de demostrar que no todos los exorcismos son casos reales, y que lo que buscan realmente los afectados es una solución  teatralizada, permite que un equipo de grabación le acompañe a filmar el último caso que ha llegado a sus manos: la hija de un aflijido granjero dice estar poseída y sufrir experiencias demoníacas que la atormentan cada vez más.

La película ha sido grabada con la técnica de “metraje encontrado”, al estilo de grandes predecesoras como “El proyecto de la bruja de Blair” (1999). Esta vez, lo que parece ser un desconcertante documental se va transformando en la historia de siempre, en la que la verdad acaba por dejar a un margen todas las anécdotas mágicas que se quieran evocar.

Con una cuidada preparación de la historia (se puede incluso acceder a una ficticia web del reverendo Cotton Marcus, pincha aquí) que sólo busca dotar a la película de una veracidad que vaya más allá de la pantalla, el trabajo elaborado por el equipo sólo se consigue ver empañado por un final demasiado abrupto y típico, que deja perder toda la intriga generada en el espectador a lo largo de la película.

Para todos aquellos que busquen un lavado de cara de la clásica versión del Exorcista, no duden en dejarse cautivar por este film.

Para los escépticos que saben que lo mejor de las películas actuales queda resumido en el trailer, es mejor que recuperen el clásico de su polvorienta estantería… Ya se sabe, como apuntó Shakespeare: “Rather bear the ills we have than fly to others that we not know of”.

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