El verdor de la primavera nos recuerda que la vida es una llamada a la esperanza.
Abel Pérez Rojas
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Comenzamos un nuevo mes y, con él, proponemos una nueva reflexión en torno a una película, esta vez, la espléndida El cuarto pasajero (2022) de Álex de la Iglesia.
Imagen de ‘El cuarto pasajero’ © 2022 Pokeepsie Films, Telecinco Cinema, Mediaset España, Movistar Plus+. Todos los derechos reservados.
La historia nos lleva a Bilbao, donde Julián (Alberto San Juan) espera en el coche mientras repite en voz alta una carta que ha escrito. Intenta memorizar su discurso, porque está enamorado de Lorena (Blanca Suárez), una chica que, haciendo uso de una app de compartición de coche, viaja cada fin de semana con él hasta Madrid. Cuando Lorena llega, Julián intenta expresarle sus sentimientos, pero debe recoger a otros dos pasajeros, lo que impide que se declare.
El primero de ellos es Rodrigo (Ernesto Alterio), quien los mira con desconfianza. Es un es hombre extraño, capaz de quitar todo el encanto a su conversación. Rodrigo hace honor a su apariencia extravagante, comenzando el viaje con peticiones como ir sentado en la parte de delante, ya que se marea. Lorena tiene que sentarse detrás para disgusto de Julián. En todo momento, Rodrigo se hace dueño de la situación, provocando desencanto.
Cuando llega el cuarto pasajero, el viaje todavía se complica más. Sergio (Rubén Cortada) es un joven alto y atractivo quien, al sentarse al lado de Lorena, suscita los celos de Julián. De inmediato Rodrigo percibe la tensión y abusa de su privilegio de observador.
El viaje se hace tirante y no saben todo lo que se les avecina. Salen a la carretera y, al ir a una estación de servicio, Rodrigo empieza a actuar con malas formas, iniciando un altercado que deriva en que Julián salga herido. Siguen el camino y poco a poco se van enconando y poniéndose zancadillas, pero esto ya es para vosotros.
El cuarto pasajero es una película netamente de Álex de la Iglesia. Es una aventura de emociones a flor de piel, con innumerables lecturas. No obstante, nos vamos a detener en la referida a las redes sociales. Nunca antes hemos tenido mayores opciones de mejorar determinados aspectos en nuestra vida: la información nunca ha estado tan presente ni tampoco la inmediatez. Gracias a las redes hemos vuelto a conectar con personas de nuestro pasado que, por la distancia o por cualquier otro motivo, se alejaron.
Pero también está la parte negativa, como es el saber en todo momento la gran responsabilidad que tenemos cuando hacemos uso de esas redes y, sobre todo, el peligro que entraña para niños y adolescentes. Si los adultos tenemos problemas en el entorno virtual, los niños tiene muchos más, ya que no están completamente formados y su cerebro está en evolución. Por ello, debemos ayudarles y estar al tanto de la información que reciben. Aprovechemos lo positivo que ofrecen las redes intentando minimizar sus daños. Como reza la máxima, el verdor de la primavera nos recuerda que la vida es una llamada a la esperanza.
Con todo el cariño, feliz junio desde La Mecedora.
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