El bosque sería muy triste si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen

Tagore

Queridos amigos de Todo Es Cine:

Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy os voy a hablar de una comedia francesa con un trasfondo social importante, El buen maestro (2017, Olivier Ayache-Vidal).

Imagen de ‘El buen maestro’ © 2017 Sombrero Films, Atelier de Production, France 3 Cinéma. Todos los derechos reservados.

La historia nos lleva a París, donde François Foucault (Denis Podalydès), un hombre muy recto, imparte clases a los alumnos del prestigioso instituto Henri IV. Un día, en una reunión social, habla con una mujer de lo mal que lo hacen en las escuelas de la periferia por no incentivar el estudio de los niños; él desconoce con quién habla, pero ella sí toma nota de él, y envió a François a hacer todo aquello que prometía a un instituto del extrarradio. En el nuevo centro François se encuentra con otra realidad. Los alumnos no son como él pensaba, todo lo que intenta aplicar, imitando aquello que hacía de donde venía, no surte el mínimo efecto. Los estudiantes no parecen sonar en la misma nota que él toca, y eso le frustra.

Imagen de ‘El buen maestro’ © 2017 Sombrero Films, Atelier de Production, France 3 Cinéma. Todos los derechos reservados.

Su compañera Chloé (Pauline Huruguen) vive igualmente frustrada, y eso le lleva a estar deprimida; aunque cada curso empieza con ganas, según pasa el tiempo, esa gana se va trasmutando en tristeza al ver que no consigue avanzar con sus alumnos. Allí también imparte clase su pareja, Gaspard (Alexis Moncorgé), un hombre joven con fuerza, pero cuyo amargor solo le hace empeorar más la situación, tanto la de sus alumnos como la de su pareja. Todo aquello hace que los días sean tan oscuros como el tiempo que les acompaña.

Imagen de ‘El buen maestro’ © 2017 Sombrero Films, Atelier de Production, France 3 Cinéma. Todos los derechos reservados.

Pero François viene de una familia de docentes, su hermana, acostumbrada a otro tipo de situaciones, le cuenta una historia que ya le había dicho su padre, sobre la indefensión aprendida, y que ella resume en un ejemplo muy gráfico: Si se introduce un lucio en una pecera llena de pececitos, por mucha hambre que tuviera, al poner un cristal entre ellos, jamás los alcanzará; así, se golpea contra el cristal una y otra vez, aprendiendo al fin que nunca va a poder comérselos. Así, al quitar el cristal, jamás volverá a atacar a un pececillo. Esto le da una nueva idea de enseñanza a François, quien se dispone a cambiar su técnica, porque él no habla con chicos como los que él estaba acostumbrado, sino a personas que se encontraron con una barrera, como ese vidrio, y se dieron por vencidos. Pero la historia continua, y es para vosotros.

Imagen de ‘El buen maestro’ © 2017 Sombrero Films, Atelier de Production, France 3 Cinéma. Todos los derechos reservados.

Es una película que enseña a no perder la fe en los demás, que no todos tienen los mismos principios, que cuanto más difícil es la vida, más se debe de esforzar la persona por salir de ahí. El estudiar, o prepararse, es una herramienta fundamental, y eso hay que aprender a valorarlo.

Por eso, el bosque sería muy triste si solo cantaran pájaros que mejor lo hacen.

Con todo el cariño, desde la Mecedora.

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