Título original: Boyhood
Dirección: Richard Linklater
Guión: Richard Linklater
País: EEUU.
Año: 2014.
Duración: 166 min.
Género: Drama.
Reparto: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan Hawke, Jordan Howard, Lorelei Tamara Jolaine, Tyler Strother, Evie Thompson, Tess Allen, Megan Devine, Fernando Lara, Elijah Smith, Steven Chester Prince, Bonnie Corss, Libby Villari, Marco Perella, Jamie Howard, Andre Villareal, Shane Graham, Ryan Power, Sharee Fowler.
Producción: IFC.

Mason (Ellar Coltrane) vive en Texas con su madre (Patricia Arquette) y su hermana mayor Samantha (Lorelei Linklater). Son pocas ocasiones que puede disfrutar de su padre (Ethan Hawke) después de la separación, pero Mason sabrá aprovechar cada oportunidad que tengan juntos, desde su infancia, hasta su juventud. Y es que gracias a la película acompañamos al protagonista durante más de diez años en sus problemas, sus primeros amores, cambios de entorno, problemas familiares, amistades, decisiones, miedos, hobbies, desilusiones… Le acompañamos, en resumen, a lo largo de una de las partes más dulces de la vida. Linklater lo ha vuelto a hacer. Después de grandes películas como la saga que inició con “Antes del amanecer” (1995) y “Una mirada a la oscuridad” (2006), ha vuelto a apostar por la innovación… y ha ganado. La peculiaridad de esta película radica en que pese haber sido rodada en 39 días… Fueron necesarios 12 años para completarla. ¿Su idea? Contar con el mismo elenco de actores desde el principio en el 2002 hasta el final en el 2013, dejando que la película adquiera una dimensión aún más singular. A lo largo de las casi tres horas de metraje, parece que realmente seguimos los primeros pasos en el mundo del joven Mason. Y es que la genialidad, como siempre, radica en la sencillez. La sencillez de adaptar una historia rutinaria y dejarnos participar de ella como si fuera una memoria verídica.

 Sin artificios en la historia ni el desarrollo, la magia de saber que todo el futuro está por delante es tan especial que consigue asombrar al espectador. Desde un pequeño Mason que apenas es capaz de entender por qué su vida tiene que sufrir tantos cambios, a un joven más paciente y reflexivo, que simplemente quiere ir descubriendo qué persona es y cómo encaja en el mundo.

 Es tremendamente reconfortante comprobar, que los proyectos de calidad e innovadores son capaces, no sólo de conseguir alabanzas en crítica y recaudación, si no que permiten abrir una ventana distinta, diría que casi olvidada, a lo que el séptimo arte es capaz de ofrecernos. Y de verdad, merece la pena.