Título original: Frances Ha
Dirección: Noah Baumbach
Guión: Noah Baumbach y Greta Gerwig
País: Estados Unidos.
Reparto: Greta Gerwig (Frances), Mickey Sumner (Sophie), Michael Esper (Dan), Adam Driver (Lev), Michael Zegen (Benji), Charlotte d’Amboise (Colleen), Grace Gummer (Rachel), Justine Lupe (Nessa), Patrick Heusinger (Patch), Christine Gerwig (Mom), Gordon Gerwig (Dad), Britta Phillips (Nadia), Juliet Rylance (Janelle), Josh Hamilton (Andy).
Producción: Noah Baumbach , Oscar Boyson, Eli Bush, Fernando Loureiro.
Dirección de fotografía: Sam Levy
Montaje: Jennifer Lame
Casting: Douglas Aibel
Diseño de producción: Sam Lisenco
Diseño de vestuario: Tessa Maffucci
Distribuidora: Avalon.
Duración: 86 minutos.
Estreno en España: 4 abril 2014
Existe una idea extendida consistente en creer que las mujeres no son aptas para la comedia. Décadas de películas conducidas por figuras masculinas sobre las que recae el peso cómico, reafirman esta quimera. Afortunadamente en 2012 Greta Gerwig, dirigida por un outsider como Noam Baumbach, protagonizó Frances Ha, película que da al traste con leyendas urbanas, renglones estandarizados y unos cuantos clichés. Cinta extemporánea, auténtica y genuinamente divertida, Frances Ha nos propone un viaje al Nueva York más creativo y competidor, a la ciudad llena de posibilidades únicamente para los que son afortunados. Este título, que podría haber sido extraído de la nouvelle vague, es fusionado con un sarcasmo digno de Lena Dunham para entregar un soplo de aire fresco al espectador, quien descubre en Frances Ha un filme clásico y, al tiempo, completamente nuevo. Con los acordes de “L’Ecole Buissoniere”, también con Baumbach nos introducimos en una nueva ola, más art cinema que mumblecore, e indudable deudora de Truffaut (no solo por la melodía de Los cuatrocientos golpes sino también por Domicile Conjugal de Antoine Duhamel), que bebe igualmente de Manhattan y de Annie Hall, pero que tiene mucho de contemporánea y de indie, de pesimismo post siglo XX, de sueños rotos hilvanados por pasión literaria, cultura artística e incapacidad de encontrar el propio hueco.
Imagen de Frances Ha © 2012 RT Features, Pine District Pictures y Scott Rudin Productions. Distribuida en España por Avalon. Todos los derechos reservados. |
Frances (Gerwig), es una joven de veintisiete años que lucha por construir su futuro. Sabe quién quiere ser pero no el modo de conseguirlo. Aunque tiene pareja, no duda en abandonar la relación cuando le es propuesta la posibilidad de mudarse de piso. Ella prefiere vivir con Sophie (Mickey Sumner), su compañera desde la Universidad y con quien comparte su vida por completo. Convertidas en auténtica dualidad, Sophie y Frances comen juntas, duermen juntas, discuten juntas y se pelean juntas; incluso la intimidad con sus respectivas parejas es llevadera porque la comparten sin censuras.
Imagen de Frances Ha © 2012 RT Features, Pine District Pictures y Scott Rudin Productions. Distribuida en España por Avalon. Todos los derechos reservados. |
Todo cambia cuando Sophie se va a vivir con su prometido y Frances pierde en la misma semana su trabajo, su casa, su pareja y a su mejor amiga. Cuando le es negado el camino en el mundo de la danza, Frances se verá abocada a vivir con Lev (Adam Driver) y Benji (Michael Zegen), unos compañeros de piso desahogados que tildarán a Frances de “no apta para las citas”, por su cultura, sus gustos literarios y sus reflexiones profundas, ribeteadas eso sí, con pensamiento naïf. Sin blanca y sin posibilidades de reincorporarse en su compañía de danza, Frances iniciará un periplo vital que le llevará de Sacramento a París, un París solitario, inhóspito y frío que consumirá en cuestión de horas reflexionando acerca de su propia identidad. Solo su regreso a Nueva York, tras una estancia límite en Poughkeepsie, pondrá los puntos sobre las íes en la vida de Frances, un obligado purgatorio hacia la madurez y la estabilidad.
Imagen de Frances Ha © 2012 RT Features, Pine District Pictures y Scott Rudin Productions. Distribuida en España por Avalon. Todos los derechos reservados. |
Cómica sin histriones, honesta pero no soez, la cinta escrita por Baumbach y Gerwig está trufada de alusiones cinéfilas, de guiños culturales en los que se entremezclan Jean-Pierre Léaud, Henri Matisse y Proust; y cuya fotografía a cargo de Sam Levy –quien tanto debe al cine intermedio de Woody Allen-, otorgan un estilo indefinible, reminiscente pero rompedor e inmensamente lúdico. A ritmo de David Bowie, Greta Gerwig despliega todos sus desencantos para ofrecer un retrato fiel y real de una mujer que no quiere hacer lo que se supone que debe hacerse; torpe pero sin llegar a Lucille Ball, sincera pero sin muchas concesiones a Girls; veraz pero sobre todo cómica, de una llaneza capaz de situar a un personaje femenino en el rol protagonista y, pese a ello, conectar con todos los públicos, empresa harto difícil en una industria acostumbrada a la batuta masculina.
Una película sin grandes pretensiones y pese a ello redonda, indie pero universal, con una protagonista capaz de demostrar que el humor entiende de talento y no de género, aunque esta revelación quede vetada para quienes sitúan el prejuicio delante del ingenio.
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