Título original: Voy a pasármelo bien. Año: 2022. Duración: 108 minutos. País: España. Dirección: David Serrano. Guion: David Serrano, Luz Cipriota. Música: Zeltia Montes, Hombres G. Fotografía: Kiko de la Rica. Reparto: Raúl Arévalo, Karla Souza, Izan Fernández, Renata Hermida Richards, Dani Rovira, Raúl Jiménez, Jorge Usón, Michel Herráiz, Isabel Aerenlund, Rodrigo Gibaja, Yaël Belicha, Teresa Hurtado de Ory, David Lorente, Miguel Rellán, Roberto Álamo. Producción: El Estudio, Les Parapluies Rochefort, Paraíso Torres, RTVE. Género: Comedia musical. Estreno en España: 12 de agosto de 2022.
Siempre es reconfortante saber que el cine se abre paso con propuestas repletas de originalidad. Si además se le añade un plantel de actores soberbio, una factura técnica excelente, un guion bien construido y una dirección sobradamente competente, la satisfacción es todavía mayor.
Porque Voy a pasármelo bien eleva el concepto de comedia a cotas más profundas y mucho menos estándares de lo que parece prometer, ofreciendo un retrato generacional que ahonda en el modo en que surgen y se establecen las relaciones hoy en día.
David (Izan Fernández) es un niño de trece años que vive en Valladolid en 1989. Su grupo de amigos, los ‘pitis’, está compuesto por Paco (Rodrigo Díaz) y Luis (Rodrigo Gibaja) quienes luchan con su inteligencia contra la barbarie del bullying. Comienzan octavo curso y se han propuesto no volver a ser objeto de burla, aunque para ello deban sacrificar sus calificaciones y, con ellas, su buen nombre. Esto no será necesario cuando se alíen con ‘El cabra’, un repetidor que les ayudará a zafarse del abuso a cambio de que le apoyen para aprobar. Su situación mejorará cuando al colegio llegue Layla (Renata Hermida Richards), una niña que alterará el mundo y el corazón de David. Juntos escucharán Los hombres G, grupo fetiche de ambos, y también juntos descubrirán qué es el amor, mucho antes de saber que existe.
Todos estos recuerdos llegan a la mente de David (Raúl Arévalo) hoy en día, cuando recibe un audio de voz de Layla (Karla Souza) invitándole a cenar con motivo de su llegada a Valladolid. Aunque se trasladó hace años a México, actualmente regresa a Valladolid para recoger un premio por su labor como directora cinematográfica. De pronto, el amor, los recuerdos, la ansiedad y la alegría se darán cita en la mente de David, quien acudirá a sus amigos Paco (Dani Rovira), Luis (Raúl Jiménez) y Federico ‘El cabra’ (Jorge Usón) para dilucidar qué hacer. En cuanto Layla y David se vean, ambos entenderán que, al menos, van a pasárselo bien.
Si hubieran de definirse los innumerables aciertos de esta película, sin lugar a dudas habría que comenzar por el tono, un musical perfectamente entreverado por la discografía de Los hombres G, que se muestra capaz de conquistar incluso a quienes jamás hayan sido seguidores del grupo.
En segundo término, porque es un regalo para la cinefilia y para la taquilla combinar en una misma cinta a Raúl Arévalo, Dani Rovira y Karla Souza, cuya presencia ennoblece cualquier producción y elevan una cinta ya de por sí excelente; esto sin desmerecer al resto del reparto o al cásting de niños, los cuales ofrecen un derroche de talento y de energía realmente extraordinario.
Finalmente, resulta un acierto el que hayan recurrido a la compositora Zeltia Montes, para la partitura de la cinta, por ser siempre precisa y emocional; y a Kiko de la Rica, quien pone la fotografía idónea para una película que seduce por su naturalidad, pero impacta por su potencia.
Y, cómo no, el último bastión es David Serrano, maestro de ceremonias de este canto a una edad perdida, la de la EGB, capaz de visionar la nostalgia y construir en torno a ella un armazón tan tentador como apetecible.
Un disfrute en todos y cada uno de los sentidos.
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