Título ingés: A night in old Mexico.
Dirección: Emilio Aragón.
País: España.
Año: 2013.
Género: Drama.
Reparto: Robert Duvall (Red Bovie), Jeremy Irvine (Gally), Angie Cepeda (Patty), Luis Tosar (Panamá), Joaquín Cosio (Cholo), Javier Gutiérrez, Jim Parrack.
Guion: Bill Wittliff.
Producción: Emilio Aragón, Robert Duvall, J. Ethan Park, Sunmin Park, William D. Wittliff y Daniel Écija.
Música: Emilio Aragón.
Fotografía: David Omedes.
Montaje: José Salcedo.
Diseño de producción: Barbara Haberecht.
Vestuario: Van Broughton Ramsey.
Estreno en España: 9 Mayo 2014.
Decía Federico Fellini que nuestros sueños son nuestra única vida real. Emilio Aragón, compositor, presentador, empresario y por supuesto, cineasta, tenía el sueño de dirigir y, con decisión y altas dosis de empeño, ha conseguido hacer de sus sueños una realidad. Si con Pájaros de papel se vislumbraba el espíritu de un realizador y guionista metódico, conocedor de los recursos cinematográficos y, además, buena persona, con Una noche en el viejo México descubrimos la madurez de un director capaz de enfrentarse a unas condiciones nada halagüeñas y pese a todo, salir airoso. Y lo consigue con una propuesta novedosa y con carácter, una road movie en su sentido más literal y con todos sus ingredientes. Porque Una noche en el viejo México es un viaje de transformación, de personajes al límite, de sueños rotos aunque dispuestos a enmendarse y hasta cumplirse. Es una historia de amor y también de violencia, en la que siempre hay lugar para la redención.
Red Bovie (Robert Duvall), es un septuagenario desahuciado cuyo rancho, de larga tradición familiar, le ha sido expropiado. Sin un centavo, en medio del desierto y con una perspectiva de vida alienada de casas prefabricadas, está dispuesto a quitarse de en medio sin mayor dilación. La providencia le brinda una segunda oportunidad cuando Gally (Jeremy Irvine), un nieto neoyorkino que quiere recuperar sus raíces, aparece para evitar que Red se quite la vida, invitándole a hacer todo lo posible para recuperar un tiempo que él ya creía perdido. Junto con Gally recorrerá las calles de un México que solo está en los recuerdos de Red, y que pronto abandonará su carácter retrospectivo y melancólico para convertirse en una auténtica huida que implique la persecución de la mafia, en especial del capo Panamá (Luis Tosar), y la aparición de una cantante llamada Patty Wafers (Angie Cepeda), que no solo seducirá a nieto y abuelo, sino que se convertirá en partícipe en su descenso a los infiernos y redención final.
Imagen de Una noche en el viejo México © 2013 Globomedia Cine, Telefonica Studios, Flywheel & Shyster, TVE e ICAA. Todos los derechos reservados. |
Este recorrido no exento de muerte, sexo y alcohol, es una propuesta tremendamente humana y rompedora para una cinematografía como la española, que después de los últimos años no ve techo ni barrera para elaborar un cine nada convencional e inmensamente innovador.
Por supuesto, Una noche en el viejo México no sería como es si no se traduciese la propia personalidad del director, un Aragón dialogante y humilde que se lanza de lleno a una película cuyas características, hubieran hecho titubear a otros más curtidos; la presencia de un Robert Duvall omnipresente, una Angie Cepeda generosa y un magnífico Luis Tosar (amén de un Jeremy Irving más que sobresaliente en su tête à tête con Duvall), completan esta película honesta e innovadora, un auténtico as en la manga para la gran pantalla. Un viaje complicado, valiente y bien resuelto que supone una muy honrosa segunda incursión en el cine de un director que, créanme, dará mucho que hablar.
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