Título original: Ibiza. Año: 2019. País: Francia. Dirección y guion: Arnaud Lemort. Música: Sylvain Goldberg. Reparto: Christian Clavier, Mathilde Seigner, Leopold Buchsbaum, Pili Groyne, Joey Starr, Olivier Marchal, Frédérique Bel, Louis-Do de Lencquesaing. Producción: Atelier de Production, Gaumont. Género: Comedia. Estreno en España: 9 de agosto de 2019.
Pocas estaciones resultan más atractivas en términos cinematográficos que el verano. Y cuando a una época idónea se le suma un paisaje paradisíaco, la expectativa de éxito el realmente elevada. Esta idea enhebra el guion de Arnaud Lemort, el otrora guionista que con Un verano en Ibiza se lanza a la aventura de dirigir, tras L’amour, c’est mieux à deux y Dépression et des potes, su tercer largometraje.
En esta ocasión, el protagonismo radica en un hombre maduro, un podólogo llamado Philippe (Christian Clavier), quien por fin ha encontrado el amor en los brazos de Carole (Mathilde Seigner). Con sus anhelos amorosos cubiertos, y feliz tras años de incertidumbre, Carole es todo lo que Philippe puede desear.
Sin embargo, en su relación no todo es sencillo; Carole es también una mujer divorciada, cuyos hijos adolescentes, Julien (Leopold Buchsbaum) y Manon (Pili Groyne), se convierten en un hueso duro de roer para el podólogo. Especialmente difícil será Julien, un chico de dieciséis años en plena efervescencia hormonal, cuyas aspiraciones estarán más centradas en recuperar un antiguo amor (todo lo antiguo que su edad puede permitir), que en estudiar. Por ello Philippe urde un plan que en el pasado ya funcionó con sus propios vástagos: si Julien consigue aprobar el curso, podrá elegir el destino de vacaciones. Y así es que toda la familia se ve embarcada, aprobado de Julien mediante, en un extraordinario viaje a Ibiza que ninguno podrá olvidar.
Situaciones enrevesadas, comprometidas y típicamente ibicencas chocarán con el aposentamiento elegante de Philippe quien, a pesar de todo, se convertirá en el padre que desea para los hijos de Carole.
Divertida película protagonizada por uno de los imprescindibles de la comedia francesa (véase Entrevista a Christian Clavier), destacan aspectos notables como una banda sonora repleta de éxitos musicales, en la que resultan especialmente llamativos los clásicos del rock de los ochenta, los temas de Mika o, cómo no, los de David Guetta. Y para cinéfilos irredentos o amantes del cine francés, no quiten la vista del horizonte mediterráneo, quizá vean el rayo verde que, en los años ochenta, buscó con éxito Marie Rivière para Éric Rohmer.
Una película, en definitiva, propicia para el disfrute estival, con más de carcajada asegurada y con los rasgos más atractivos del género. Sin duda una ocasión extraordinaria para dejarse caer por las salas y disfrutar de la siempre revitalizada comedia francesa.
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