Título original: Trésor.
Dirección: Claude Berri y François Dupeyron.
País: Francia.
Año: 2009.
Duración: 90 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Mathilde Seigner (Nathalie), Alain Chabat (Jean-Pierre), Fanny Ardant (Françoise Lagier), Isabelle Nanty (Brigitte), Hélène Vincent (Nadine), Stéphane Freiss (Fabrice), Laurent Spielvogel (vendedor), Bruno Putzulu (Bruno). Guión: Claude Berri.
Producción: Claude Berri.
Música: Frédéric Botton y Jean Yves D’Angelo.
Fotografía: Agnes Godard.
Montaje: François Gédigier y Sylvie Lager.
Diseño de producción: Lauren Ott.
Vestuario: Jacqueline Bouchard.
Distribuidora: A Contracorriente Films.
Estreno en Francia: 11 Noviembre 2009.
Estreno en España: 8 Julio 2010. Apta para todos los públicos.
Cinófilos y cinéfilos están de enhorabuena con la presentación en sociedad de Un regalo para ella, filme en que se aúna el amor por el cine y la pasión por el mundo animal. Centrada en las venturas y desventuras de un matrimonio burgués de aparatosa suntuosidad, tanto Nathalie (Mathilde Seigner) como Jean-Pierre (Alain Chabat) verán mermada su relación a causa de un inocente regalo de aniversario, Trésor, un perro malcriado y consentido que pronto se convertirá en el centro de sus vidas y de sus sueños.
Obsesionada con optimizar al máximo el pedigrí de Trésor, Nathalie se transformará en una auténtica experta en las prácticas de adiestramiento, cuidado, acicalado y aun alicatado de los canes. Desterrado de su casa, su habitación y su cama, Jean-Pierre no sabrá interpretar el cambio de su mujer, reaccionando desmedida y belicosamente hacia el perro que él mismo introdujo en su hogar. Tras meses de terapia canina, de discusiones y bellaquerías varias, ambos decidirán darse un descanso rompiendo un matrimonio otrora perfecto, medida que, a pesar de su radicalidad, servirá para que ambos reconsideren su obstinación.
No obstante, reducir este título a postulados ya manidos en películas como Socios y sabuesos, Los perros de mi mujer e incluso 101 dálmatas, no deja de ser un pecado capital contra el sentido común. Porque es el filme de Claude Berri una ácida crítica hacia un estrato social, el opulento, hastiado de su ensimismado individualismo, con unos personajes absortos en sí mismos e incapaces del sacrificio personal en aras del mantenimiento de un compromiso. Y es que el productor de la exitosa Bienvenue chez les Ch’tis (Bienvenidos al norte), tan sólo esconde tras una pátina de frivolidad e histrionismo una realidad inexcusable, la de un mundo inepto que ha perdido el sentido de la responsabilidad y del deber, con unas mujeres emocionalmente dependientes y caprichosas; y unos hombres rimbombantes, pueriles y cansinos, que se sienten insatisfechos por no conseguir cada uno de sus empeños.
A pesar de su trasfondo acre, Un regalo para ella resulta todo un presente para el buen gusto, con una fotografía extraordinaria, una ambientación lujosa y un escenario parisino más cercano y limpio que nunca.
Quizá cabría haberle solicitado a Berri, desaparecido en enero de 2009, menor desesperanza a la hora de retratar los acuerdos y desacordes del matrimonio adinerado, ya que la huella injustificadamente amarga que transmite esta comedia no deja lugar al desengaño: los ricos también lloran, es cierto, pero los pobres lo hacen con mayor motivo.
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