Decía Da Vinci que “aquello bello mortal, transcurre y no permanece”. En la puesta en escena de Frankenheimer –El Tren (1964)- se ejercita una existente disquisición sobre el acto del hombre en su contemplación de la belleza y su justa correspondencia con el ser humano. “La soberanía del patrimonio de Francia” está en juego. Un […]

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