Nada es lo que parece, todo es susceptible de ser interpretado bajo distintas miradas. Por ello alguien llamado Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto es, en verdad, Pablo Neruda, autor que da nombre a la sala donde me encuentro con Selton Mello. En esta ocasión Mello presenta a su personaje Benjamin, cómico entregado a la más noble de las tareas artísticas, la de encarnar la comicidad y hacerse querer como un payaso. La sala es amplia y está elegantemente ornamentada, con molduras doradas, alfombras granates, suelos bruñidos y sillones barrocos. Por la ventana entra un sol intenso de canícula estival, aunque apenas estamos en primavera. También él parece una curiosa fusión entre Colin Firth y Tom Chaplin, vocalista del grupo británico Keane, aunque en realidad se trate de un director, guionista, intérprete o mejor, artista global cuya película El payaso ha sido candidata a representar a Brasil en los Oscar 2013. Afable, cuidadoso e impolutamente vestido de negro, se yergue cuando me aproximo y hace un noble gesto de cortesía con la cabeza. Cuando vuelve a su posición me mira extrañado indicándome lo mucho que me parezco a Laura Dern, un honor para una crítica que admira a la musa de David Lynch a la que, no obstante, todos recuerdan por Jurassic Park. “No es la primera vez que me lo dicen”, menciono mientras tomo asiento, a lo que él responde presto: “no me extraña, te pareces demasiado”. Por la ventana sigue entrando un calor desmedido que refleja su intensa luz sobre la fuente de la diosa Cibeles. Estamos en la Casa de América aunque nos encontremos, paradójicamente, en el centro de Madrid. Durante quince minutos podremos presenciar una entrevista entre Tom Chaplin y Laura Dern que, sin embargo, nos desvelará de manera prodigiosa quién es el polifacético hombre que se oculta tras la apariencia de Selton Mello. No es de extrañar que O Palhaço sea una película que aborda los problemas de la identidad porque ya se lo he advertido: nada es lo que parece ser.
Lucía Tello Díaz.- Su carrera sostenida cuenta ya con varias décadas, en realidad empezó a actuar a lo siete años, ¿qué hace posible que después de tantos años se pueda seguir sintiendo fascinado por el cine?
Selton Mello.- Pues una manera de seguir sintiéndome fascinado es haber encauzado la profesión desde la dirección. El que ahora sea director ha supuesto una manera de variar algo, de ampliar las posibilidades de la creación. Es algo que me permite estar en el mismo ámbito pero de manera diferente, y eso es muy importante.
LTD.- También tiene otras muchas facetas en el mundo artístico, ha sido editor, actor, guionista, ha realizado videoclips… ¿Por qué ámbito de la creación se siente más atraído?
SM.- Supongo que todos, aunque ahora la dirección es algo que me encanta; desde la dirección se puede contar una historia de una manera amplia, y esto es muy fascinante y estimulante artísticamente hablando. Puedes pensar en todo, la escritura, la banda sonora, los ritmos, el reparto, todo. Es algo muy estimulante.
LTD.- Aunque ya había dirigido otro filme en 2008, Feliz Natal, ahora presenta en España O Palhaço, una película muy personal con la que estuvo a punto de ir a la pasada edición de los Oscar. ¿Qué le motivó para realizar una película en la que el problema de la identidad cobra tanta relevancia?
SM.- El hecho de que tuviera en mente el tema de la identidad desde hacía tiempo. Además pensaba que podía ser un buen tema para tratar en una película. Igualmente, también lo creía una buena manera de hacer una declaración de amor a mi profesión, El payaso es un tributo al arte, de alguna manera expongo cuán noble es ser un actor, en este caso un payaso, que es lo mismo.
LTD.- En España tenemos una larga tradición de reflejar en el cine la vida de los artistas. De hecho, históricamente se ha identificado el trabajo de actor con el término “cómico”, y así tenemos algunos títulos míticos acerca de artistas itinerantes que buscan su destino como Cómicos, Viaje a ninguna parte, ¡Ay, Carmela! o Pájaros de papel. ¿Es asimismo una temática frecuente en cine brasileño?
SM.- De hecho no es tan común en Brasil como lo ha sido en otros países como España, tal como comentas, o por ejemplo en Italia, que es mucho más frecuente. Además en Italia lo hacen muy bien.
LTD.- Esta película tiene, para mí, una larga lista de referencias estéticas, precisamente italianas, que entroncan con Fellini y ¿qué referentes ha tenido en cuenta a la hora de diseñar la estética de El payaso?
SM.- Las referencias son variadas, reconozco que también hay algo del cine de Emir Kusturica, cuyos personajes muy nobles. Yo me atrevería a decir que los parecidos, más que a Fellini, los encontramos con Ettore Scola, en especial en sus películas El viaje del capitán Fracassa o incluso Feos, sucios y malos.
LTD.- Ahora va a salir una película en cuyo doblaje ha participado. De hecho, es usted doblador de muchos personajes del cine como River Phoenix, Josh Brolin o Kiefer Sutherland. ¿Qué le atrajo del doblaje y qué le ha llevado a elegir Rio 2096: A Story of Love and Fury para recuperar esta faceta de interpretación?
SM.- Como has dicho, he sido doblador desde hace años; empecé en mi adolescencia y me pasé años doblando. Por tanto, hacer esto ahora es como un retorno, un modo de interpretar distinto, emplear sólo la voz para expresar, algo que también es bueno para mí como actor.
LTD.- En la actualidad se encuentra inmerso en la escritura de su próximo proyecto, ¿en qué consistirá?
SM.- Estoy empezando a escribir algo, pero no existe más que eso. Estoy en una fase muy inicial –ríe-.
LTD.- Si puede adelantar algo de la idea, ¿por qué vertiente discurrirá su nuevo proyecto, por la comedia, por el drama o como El payaso, por una mezcla de los dos?
SM.- El género será el de dra-media –dice mientras ríe pícaro-, porque en efecto es como El payaso, un mix de todo, se puede reír, pero la película también hará pensar y, como ésta, emocionar. Esa mixtura es algo que siempre me ha gustado y que además considero muy positiva en el cine.
LTD.- Sé que se niega a revelarlo pero a lo largo de toda la película, la presencia o el anhelo de un ventilador se muestra fundamental en El payaso. Benjamin está marcado por la ausencia de un ventilador. ¿Por qué no revelar el significado simbólico que tiene para usted este elemento?
SM.- Porque mi versión no es importante, lo fundamental es que el público tenga su propia versión. Cuando un pintor crea un cuadro, tiene algo en mente, pero cuando el espectador se presenta ante él, y lo mira, siente algo, ve algo que no es necesariamente lo que el pintor quería que se viera. Pienso que esa es la belleza del arte, la de ofrecer varios puntos de vista.
LTD.- Sin embargo, es un dato curioso porque en la actualidad no hay muchos directores que incluyan simbolismos o que hagan referencia a un arte metafórico, algo que está más entroncado con los artistas del siglo XX
SM.- Porque la imaginación es una de las cosas más importantes que tenemos. La muerte de la imaginación es algo aterrador. Es importante tener cosas que ejerciten y que necesiten de nuestra imaginación. Me encanta saber que el público tiene que pensar, que tiene que completar la obra, que no está a la vista, pronta. Ahora ya está completada con su mirada, Lucía. Usted ha completado mi trabajo. Su mirada es importante.
LTD.- Pues muchas gracias, señor Mello. Ha sido un placer completar su trabajo.
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