Quien sabe leer habla con los ausentes
y mantiene vivos a los muertos.
Carlo Alberto Pisani Dossi

Queridos amigos de Todo es cine:

Un placer volver a estar con todos vosotros. Empezamos mes y lo vamos a hacer con ganas, ya que la primavera ha llegado, por lo menos a estas latitudes, y parece que, como decía Bécquer, volverán las oscuras golondrinas, pues nos ponemos poéticos y vamos a dedicar nuestras páginas a realizar una profunda ovación a unos autores cuyo aniversario de su muerte se celebra el 23 de este mes, y que tan gran impronta nos han dejado: Miguel de Cervantes y William Shakespeare.

La vida manda (1944, David Lean). Producida por Noel Coward-Cineguild en asociación con Two Cities Films y distribuida en España por Divisa Home Video. Todos los derechos reservados

Pero para no adelantar acontecimientos, empezaremos con una película espléndida, para mí muy importante desde el mismo momento en que la vi, que me dejó ese romanticismo que causan los sucesos cotidianos y las cosas sencillas de la vida. Se trata de La vida manda (1944, David Lean), basada en la novela del dramaturgo Noel Coward, This happy Breed. En ella se aborda la historia de una Inglaterra quebrada tras la I Guerra Mundial y la paz del período de entreguerras. En esta época una casa es ocupada por una familia, los Gibbons, y allí, los padres Frank (Robert Newton) y Ethel (Celia Johnson) con sus hijos, su tía y su abuela, harán que en aquellas paredes desnudas se vayan colocando todos los recuerdos y tosas las experiencias que se estaban viviendo. Allí donde los niños jugaban y empezaban a tener los primeros contactos con una sociedad que les veía crecer.

La vida, como las páginas de un gran libro, iba pasando; los chicos tenían parejas y poco a poco se iban casando. Sus nietos.  Los problemas. Es una película costumbrista, pero muy agradable de ver. Me encantaría que vosotros la pudierais conseguir y entro todos pudiéramos hablar y reflexionar sobre ella. Deja una huella, de alguna manera formas parte de su vida, de su cotidianeidad y así, cuando termina, quedas enganchado a esa vida

Éste es un mes que vamos a ofrecer a la cultura, a la literatura, al cine. A veces concluir un libro o una película deja cierta sensación de tristeza, síntoma de que ha gustado, que el autor o el director ha llegado a ti. Lo importante es la cultura, es leer, como reza la máxima, ya que con ello no sólo se habla con el mundo entero (como hace nuestra propia revista), sino que te abre puertas y caminos, te instruye, te hace persona.

Que no nos falte nunca la literatura y nuestro cine, pues la vida manda y nos manda retenerla con palabras, con gestos y con amor.

Desde la Mecedora, feliz abril.