Llega la navidad con sabor a mazapán y el séptimo arte impregna de espíritu navideño algunos títulos repetidos hasta la saciedad en estas fechas tan señalas. La navidad es cuca, es bonica, es blanca, fría y llega cada año antes. Estos días de polvorones y turrones han sido muy retratados en el cine: hay títulos que plasman el efecto Peter Pan que nos envuelve en estos días; los hay que ejemplifican la locura desatada por las compras a última hora; están las que retratan el espíritu antinavideño, el título cómico más grande de la cinematografía dedicado esta época o los siempre ejemplos ñoños que elevan a la máxima potencia el love is in the air durante las white christmas.

Fotograma de Love Actually  – Copyright © 2003 Universal Pictures, StudioCanal, Working Title Films y DNA Films. Distribuida en España por UIP. Todos los derechos reservados

Todos nos hemos desternillado con las travesuras de un jovenzuelo virginal llamado Macaulay Culkin, y es que, ¿quién no sabe que un niño siempre gana a dos idiotas? (Solo en casa, 1990). Dejemos a parte la inverosimilitud de los hechos, en concreto el postureo ladrón de los objetos sometidos a todo tipo de “inocentes” trampas de la mano de un niño de ocho años y el pequeño desliz paternal que provoca el desarrollo de una trama que fue repetida en una segunda y tercera entrega, para destacar este divertido título familiar… Pensándolo fríamente, ¡tendrían que haberle quitado la custodia a esos padres! Si es que, ellos tienen la culpa de cómo ha acabado el pobre Ricky Rich.

En navidad parece que todo vale y que la magia justica los actos, pero muchas veces hay que tener cuidado con lo que uno desea, ¿verdad Josh Baskin? (Big, 1988). Desear ser un adulto con trece años es la premisa de la exitosa comedia con la que Tom Hanks nos hizo querer a todos saber tocar con los pies un gigantesco piano, ¡algo súper lógico! Joo, ¡quiero ese piano! Si es que el cine nos hace ser caprichosos y nos hace desear cosas prescindibles o ver búsquedas rocambolescas como la llevada a cabo por un padre con tal de cumplir su promesa de papi guay (Regalo Prometido, 1996). Menudo Turboman a la caza que se marca Arny el día de nochebuena con tal de suplir sus lapsus con la compra del juguete de moda a su hijo. Ahí, haciendo uso del mayor de los raciocinios querido ex gobernaitor.

Pero la lógica aplastante deja paso también al anti espíritu que invade a otros tantos en estas fechas, como ocurre con la vuelta de tuerca que Jack Skellington lleva a cabo a la navidad sometiéndola a un cambio de look algo macabro (Pesadilla en Navidad 1993). La esencia tétrica de Tim Burton en esta cinta se puede contrarrestar con el entrañable ser de manos cortantes protagonista de uno de los cuentos más bonitos y lacrimógenos para recitar una noche de Navidad (Eduardo Manostijeras 1990)… ¡Ay! ¿No os despierta, además, ternura Johnny Depp interpretando a este personaje? Depp Fan Forever! Pero si con alguien descubrimos lo que es no hacer gala de tener el más grande los corazones de algodón de azúcar es con el esmirriado ogro verde, ese que hace uso de la venganza robando los regalos a Santa tras perder la paciencia al estar sometido a la mayor torturas musicales de estas fechas…¡Villancicos divino tesoro! (El Grinch 2000).

“… Siempre Mira el lado brillante de la vida…
… Siempre Mira el lado luminoso de la vida…
Si la vida parece una bonita mierda
Es que has olvidado algo
Reír, sonreír y bailar y cantar
Cuando estés deprimido
No seas tan tonto
Junta tus labios y silba – eso es”

Genios, ídolos, maestros, grandes, AMOR. La maravillosa y brillante sátira que no da respiro entre carcajada y carcajada es sin duda uno de mis títulos imprescindibles para disfrutar estas fechas. Los Monty Python firman la que es una de las mejores parodias de la historia del cine (La vida de Brian, 1979)… ¡¡¡Silbemos y miremos siempre el lado bueno de la vida!!! Los insuperables cómicos británicos comparten pódium con la que creo que sabéis que es uno de mis títulos favoritos (El diario de Bridget Jones 2001). Ella, la inigualable en torpeza y en brillantez cómica, es la protagonista de una comedia romántica apta para ser consumida todo el año pero para repetir estos días excusándonos en las ganas de volver a ver el jersey de reno de Mark Darcy, this is it!  Cierro, concluyo, termino, y lo hago con el título navideño más cuqui fantástico de todos los tiempos – me he venido arriba exagerando, un poco-. El collage de historias dirigido por Richard Curtis divierte, emociona, atonta y hace bailar. De nuevo el romanticismo de Colin Firth y la picardía de Hugh Grant nos hacen disfrutar de una preciosa película de relaciones personales, de relaciones sentimentales y amistades, todas ellas movidas por el mensaje en forma de chusta hit navideño que configura la BSO de este film: “¡la navidad está en todas partes!”.

Autora: Cristina Hernández