Título original: Prometheus
Dirección: Ridley Scott.
País: Estados Unidos.
Estreno en España: 3 Agosto 2012.
Duración: 124 min.
Género: Ciencia Ficción, Thriller.
Reparto: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Idris Elba, Guy Pearce, Logan Marshall-Green.
Guión: Ridley Scott, David Giler, Walter Hill.
Música: Marc Streitenfeld.
Montaje: Pietro Scalia.
Fotografía: Dariusz Wolski.

Alien sigue vivo, no en nuestras cavidades abdominales -a la espera de la hora de la comida para poder eclosionar de la manera más repulsiva- , si no en las salas de este mes de Agosto. Ridley Scott retoma la historia de ciencia ficción que ya se mantiene eterna en la conciencia colectiva, esta vez para hacerse cargo de la “precuela”. Pero tranquilos, Scott sí sabe como plantear tan temidos orígenes.La acción se desarrolla, como buen argumento de ciencia ficción, en un futuro lo suficientemente lejano como para hacer posible una tecnología espectacular y unos atuendos eclécticos, pero tan cercano como para no poder evitar identificarse con sus motivaciones. Y es que ése es el núcleo de esta historia: un grupo de científicos se embarca en un viaje interestelar de más de dos años para poder investigar lo que parece ser el origen de la vida humana en la Tierra.

Los arqueólogos Elizabeth Shaw (Noomi Rapace, más conocida por haber interpretado a Lisbeth Salander en la primera versión cinematográfica de la trilogía Millenium) y Charlie Holloway (Logan Marshall-Green) consiguen convencer a Peter Weyland (Guy Pearce) para que financie una misión en busca de los “Ingenieros”. En diversas culturas prehistóricas encuentran evidencias que parecen invitarles a visitar una luna de un planeta en una galaxia lo suficientemente lejos de la Tierra, como para hacerles sospechar que tales indicaciones sólo podrían haber sido transmitidas por parte de una raza superior que fueron, como poco, visitantes en nuestro planeta y, como mucho, nuestro origen. Tras pasar todo el viaje en un estado de hipersueño inducido, y gracias a los cuidados del androide David (Michael Fassbender), alcanzan su ansiado objetivo. Pero los científicos no cuentan en esta expedición con el apoyo de Meredith Vickers (Charlize Theron), quien parece más propensa a acabar cuanto antes con esta última voluntad del dueño de la Corporación Weylan, que a tener siquiera la oportunidad de resolver el eterno enigma de nuestra condición… ¿Cuál es nuestro origen?

Pero lo que parecía ser una invitación para desvelar la cuestión más oculta del género humano, se transforma en una experiencia que pondrá al límite al equipo de la nave Prometheus, haciendo dudar incluso de si esa idea que tenían preconcebida acerca de los “Ingenieros” como creadores comprometidos con la humanidad es cierta o no.Con un reparto plagado de las estrellas más solicitadas en la actualidad, sobresalen sobre los demás la intrigante Noomi Rapace y Michael Fassbender- impecable, como viene demostrando en sus últimos proyectos -. Con un aspecto que recuerda inevitablemente a la Teniente Ripley de las predecesoras películas, el personaje interpretado por Rapace consigue superar ciertos momentos de simplez extraterrestre de la cinta, para adueñarse de un final a la altura de los retos que se proponen. Por su parte, Fassbender, quizás gracias a un personaje muy bien desarrollado y cuidado para esta ocasión, hace brillar lo que de ya por sí sería una situación extrema. En la “piel” de un sintético humano, consigue un punto más de reflexión en las múltiples disyuntivas que se presentan, al fin  y al cabo, nosotros, que nos creemos creadores y únicos en la existencia, podríamos no ser más que los androides de esos “Ingenieros” tan esquivos.

Para los fans de la saga Alien, esta película es una buena y una mala noticia. Y es que este film se aleja de la preconcebida estructura de las películas anteriores. Si esperan abrazacaras, sangre ácida o pequeñas boquitas que se acercan a susurrarte al oído que tu muerte está próxima, no lo encontrarán. Pero a lo largo de la misma, la inevitable presencia de Alien se hace palpable en la tenebrosa atmósfera que se pasea por el recinto de los “Ingenieros”. Para los no iniciados en el mundo de los xenomorfos, la película resulta suficiente sin necesidad de recurrir a la saga. Es más importante el ritmo frenético que marca el desarrollo de la misma, la constante sensación que hay lugares que es mejor no despertar, preguntas para las que la respuesta exige un precio demasiado alto.