Título original: Nieva en Benidorm. Título en inglés: It snows in Benidorm. Año: 2020. Duración: 117 minutos. País: España. Dirección y guion: Isabel Coixet. Reparto: Timothy Spall, Sarita Choudhury, Pedro Casablanc, Ana Torrent, Carmen Machi, Édgar Vittorino, Leonardo Ortizgris, Marc Almodovar, Kiva Murphy. Música: Alfonso de Vilallonga. Fotografía: Jean-Claude Larrieu. Montaje: Jordi Azategui. Producción: El Deseo, Televisión Española, Movistar+. Género: Neo-noir, drama, suspense. Estreno en España: 11 de diciembre de 2020
Cada nuevo estreno de Isabel Coixet adquiere cotas de acontecimiento, quizá porque son pocos los autores actuales, tan solo unos cuantos elegidos, capaces de generar con su espléndida mirada una filmografía de semejante calidad. En esta ocasión, la directora de La librería, con ocho Premios Goya en su haber y un flamante Premio Nacional de Cinematografía, vuelve a apostar por una historia intimista, honda, delicada y llena de matices, que se disfruta reposadamente y que persiste en la memoria mucho tiempo después de haberla visto.
Para dar vida a esta historia de segundas oportunidades y de sueños realizados, Coixet se rodea de un plantel extraordinario, no apto para principiantes. A los internacionales Timothy Spall y Sarita Choudhury se suman nuestros queridos Carmen Machi, Ana Torrent o Pedro Casablanc, espléndidos en la encarnación del paisanaje oriundo de un lugar como Benidorm.
El crisol plural en el que se convierte la ciudad sirve de telón de fondo para una historia cuya sinopsis puede esbozarse, pero cuya hondura solo puede atisbarse tras su visionado. Peter Riordan (Spall) representa todo aquello que debió ser, pero no fue. Pudo viajar, pudo disfrutar, pudo crear una familia, pero no logró hacer ninguna de las tres cosas.
En su vivienda de Manchester, rodeado de fotografías de cielos grises, realiza mecánicamente las mismas actividades, obteniendo idénticos resultados. Y así cada día. En la costa mediterránea se encuentra su hermano Daniel, a quien Peter jamás ha visitado. Sin embargo, cuando el banco en que trabaja le jubila, este no sabe qué hacer con su existencia. Es entonces cuando las postales de Benidorm que cuelgan de su nevera le recuerdan que hay vida más allá de la lluvia, por lo que toma un vuelo para reencontrarse con Daniel y romper con su rutina.
Para su sorpresa, a su llegada Daniel ha desaparecido, iniciando una búsqueda que le llevará a contactar con la policía (Carmen Machi) e incluso con carniceros de sospechosos procederes (Pedro Casablanc). Para mayor confusión, en su camino aparecerá Álex (Choundhory), una auténtica ‘Afrodita’ del burlesque que trastocará su vida y le hará plantearse todo aquello en lo que jamás había reparado (incluidos los usos insospechados de los collares de perlas). Por suerte, junto a Álex descubrirá que la vida es más que una meteorología adversa, apostando por el presente sin pensar ya en el pasado ni en el futuro.
Brillante reencuentro con Isabel Coixet, Nieva en Benidorm tiene muchos elementos que le son propios a la directora, como ese microcosmos repleto de verdades que duelen, pero que también regeneran. Su mirada sobre la ciudad, el modo en que transforma el mundo en su mundo y la magnífica paleta de emociones que emplea en la película hacen de Nieva en Benidorm una historia personalísima y, al mismo tiempo, universal, punteada por los versos de la malograda poeta Sylvia Plath.
Estrenada en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) el pasado mes de octubre, Nieva en Benidorm demuestra que las historias con las que conectamos no tienen ni demarcaciones ni etiquetas, y mucho menos pasaportes o nacionalidades; las historias que nos llegan hablan de personas; personas que, en manos de Coixet, devuelven la fe en el porvenir. Incluso en tiempos de pandemia.
Larga vida a las películas de Coixet, a su mirada y a sus personajes. Nuestras salas se merecen el éxito de Nieva en Benidorm.
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