Dirección y guion: Pedro Almodóvar. País: España.
Año: 2013.
Duración: 90 min.
Género: Comedia.
Reparto: Javier Cámara (Joserra), Carlos Areces (Fajas), Raúl Arévalo (Ulloa), Lola Dueñas (Bruna), Cecilia Roth (Norma Boss), Antonio de la Torre (Álex Acero), Miguel Ángel Silvestre (novio), Hugo Silva (Benito Morón), Guillermo Toledo (Ricardo Galán), José Luis Torrijo (Sr. Más), Penélope Cruz (Jessica), Antonio Banderas (León), Paz Vega (Alba), José María Yazpik (Infante), Laya Martí (novia), Blanca Suárez (Ruth), Carmen Machi (portera).
Producción: Agustín Almodóvar y Esther García.
Música: Alberto Iglesias.
Fotografía: José Luis Alcaine.
Montaje: José Salcedo.
Dirección artística: Antxón Gómez.
Vestuario: Tatiana Hernández.
Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Estreno en España: 8 Marzo 2013. Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años.
Existe en la tradición española un espíritu indómito, aguerrido incluso, del empleo del humor como arma arrojadiza, como último recurso contra lo que no puede ser aceptado y no se sabe cómo combatirse. Esto lo sabían bien los integrantes de la emblemática Codorniz. Mihura, Jardiel Poncela, o De la Serna eran conscientes de que los venenos se ingieren mucho mejor con píldoras almibaradas, aunque el almíbar fuera impregnado por la cruda realidad.
Lo que Pedro Almodóvar nos propone con su nueva comedia es, al igual que una de las históricas secciones de La Codorniz, que temblemos tras haber reído. Y se tiembla, claro que se tiembla. Porque aunque lo obvio sea sucumbir al entusiasmo sin poder ocultarlo, como la coreografía tan bien orquestada que realizan Cámara, Areces y Arévalo, lo que realmente se esconde tras Los amantes pasajeros tiene muy poco de amoroso y aún menos de pasajero. En honor a la verdad lo que Almodóvar nos acerca es una de sus películas más críticas sobre la realidad que ve y que evidentemente le disgusta, un descontento que abarca desde la estratificación de la sociedad, el aletargamiento de la población, la corrupción política y el egoísmo institucionalizado y hasta personalizado. Y ante todo esto nos propone una reformulación de planteamientos, un necesario renacer. Un renacimiento, eso sí, sin abandonar nuestras señas de identidad ni nuestra forma de ser. No olvidemos que es una película de Almodóvar y además enteramente almodovariana.
Los amantes pasajeros (2013). Copyright © 2013 El Deseo Producciones. Fotografía de Paola Ardizzoni y Emilio Pereda. Todos los derechos reservados. |
La fábula comienza con una historia de amor, la de unos bellos Antonio Banderas y Penélope Cruz que teniendo los pies en la tierra, afectan a las altas instancias situadas, precisamente, en las alturas. A las aerolíneas Península (abreviando, Pe), pertenece el avión Chavela Blanca (grande el homenaje a Vargas), en el que viaja una tripulación fuera de lo común que sufrirá, asimismo, un suceso fuera de lo común: un tren de aterrizaje ha sido dañado y por ello no pueden completar su viaje a México D.F. Para evitar que la clase turista sufra un ataque de pánico generalizado, se acuerda que todos los pasajeros sean sedados, azafatas incluidas (tremenda crítica al sistema que adormece a la ciudadanía). Mientras esto sucede, en clase preferente tan sólo viajan la prostituta de lujo Norma Boss (Cecilia Roth), un político corrupto llamado Sr. Más (José Luis Torrijo), el intérprete cinematográfico Ricardo Galán (Guillermo Toledo), la sensitiva Bruna (Lola Dueñas), un agente de seguridad llamado Infante (José María Yazpik) y una pareja de recién casados (Miguel Ángel Silvestre y Laya Martí). Ninguno de los pasajeros de clase Business ha sido narcotizado (recurso por lo demás muy almodovariano desde Mujeres al borde de un ataque de nervios), y, sin embargo, quiere huir de su realidad a toda costa.
Los amantes pasajeros (2013). Copyright © 2013 El Deseo Producciones. Fotografía de Paola Ardizzoni y Emilio Pereda. Todos los derechos reservados. |
Para ayudarles a sobrellevar el accidentado vuelo estarán los auxiliares de a bordo, encabezados por Joserra (Javier Cámara), y al que acompañan Fajas (Carlos Areces) y Ulloa (Raúl Arévalo). Los tres no sólo estarán a disposición de los pasajeros sino, sobre todo, a disposición de los efectos de las innumerables sustancias tóxicas con que entretienen el tiempo de espera, desde tequila y benjamines de champagne, a mescalina y todo tipo de sustancias legales e ilegales que unidas, todas ellas y a esa altura, tan sólo pueden producir los más impensados efectos. Tras confesiones de toda índole y después de una coloridísima coreografía que haría suspirar a Bubsy Berkeley, los azafatos se propondrán salir airosos de una claustrofóbica reclusión que tan sólo pondrá a prueba sus nervios y el amor de sus parejas, especialmente el del Comandante Álex Acero (Antonio de la Torre), amante de Joserra y magnífico director de esta orquesta en la que su compañero copiloto, Benito Morón (Hugo Silva), tendrá mucho que decir y también mucho que hacer.
Los amantes pasajeros (2013). Copyright © 2013 El Deseo Producciones. Fotografía de Paola Ardizzoni y Emilio Pereda. Todos los derechos reservados. |
Con personajes entrañables como los de Paz Vega, Blanca Suárez, Carmen Machi o el propio Agustín Almodóvar, Los amantes pasajeros nos propone un viaje a lo más salvajemente distraído de nuestro cine, un entretenimiento con mucho trasfondo y moralina que retoma personajes remodelados por el tiempo (Benita no deja de ser una Rossy de Palma sensitiva y evolucionada), que incluye a intérpretes tan necesarios como queridos por el público (Cecilia Roth, Guillermo Toledo) y situaciones disparatadas, bizarras y brutalmente humanas. Resulta igualmente ineludible no hacer mención al corazón y las plumas de esta comedia coral, magníficos Antonio de la Torre y Javier Cámara, en primera instancia, y brillantes Areces y Arévalo, tan creíbles y atrayentes, tan hiperbólicos y geniales. Sin ellos Los amantes pasajeros no sería la gran comedia que es, a pesar de los peros y los contras que se le quiera y vaya a sacar.
La película que, en palabras de su propio realizador, “más gay le ha salido” y en la que, a decir verdad, más gracia ha desplegado. Magnífico elenco, estupenda fotografía de José Luis Alcaine e inmejorable banda sonora de Alberto Iglesias, para una comedia con buenos precedentes y mejores conclusiones. Una vuelta de tuerca a la tuerca que mejor funciona y que en manos de Almodóvar se engalana. Chapeau.
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