Nada ha cambiado, excepto mi actitud.
Por eso, todo ha cambiado.

Queridos amigos de Todo es cine:

Encantada de poder volver a estar con vosotros. Hoy, y haciendo un especial muy querido para nosotros, vamos a hablar del Reino Unido. Para ello, yo he escogido una película que está fuera de contexto, Love Actually (2003, Richard Curtis), ya que nos habla de la Navidad, pero como también es un momento bonito el que ahora estamos pasando, las vacaciones, una época de encuentros que se aprovecha para viajar, pues me parece ideal para comentar.

love actually
Imagen de «Love actually» – Copyright © 2003 Universal Pictures, StudioCanal, Working Title Films y DNA Films. Distribuida en España por UIP. Todos los derechos reservados.

Como veréis, en ella hay un elenco impresionante de actores del Reino Unido, actores a los que ya hemos hecho un hueco entre nuestras páginas, gente asombrosa que cuando aparecen, como grandes actores de teatro que son, se comen literalmente la pantalla. En ella está nuestra querida Emma Thompson, adorable; y Hugh Grant, Liam Neeson, Colin Firth, Laura Linney, Alan Rickman, Keira Knightley… Así uno a uno.

La historia nos lleva a la vida de un viejo rockero (Bill Nighy), que vuelve a la televisión en un programa especial de Navidad, y que nos va a dirigir en un camino que nos lleva a vivir trozos de vidas con una característica común: el amor y el desamor. Un padre (Neeson) se queda con su hijastro tras la muerte de su esposa, la madre del pequeño; el Primer Ministro (Grant), se enamora de con trabajadora de su propio equipo (Martine McCutcheon); a la hermana del Primer Ministro (Thompson), le pone los cuernos su marido (Rickman); una de las empleadas de éste (Linney), se enamora de un chico de su oficina, pero por cuestiones familiares –un hermano enfermo-, no puede seguir con él. Así hasta completar las aventuras y desventuras de todos ellos. Me gusta su música, la banda sonora es muy agradable; también lo es la gente que interpreta la película, es excepcional, y me gusta algo que repiten al principio y al final del film, y es que si alguien quiere ver cómo el “mundo sigue amando, que se acerque a un aeropuerto”, porque allí verá a la cantidad de gente que se reencuentra y que se despide.

Descartes decía “cogito ergo sum” –pienso luego existo-; anteriormente a él ya San Agustín había escrito: “si me dejo engañar, existo”; y Parménides: “porque es lo mismo pensar y ser”. Pues a ello yo añado “amo luego existo”. Espero que haya muchos encuentros, mucho cariño, y que nos atrevamos a dar el paso, Love actually nos puede hacer cambiar la actitud, y hacernos un poquito más fuertes para atrevernos a amar.

Con todo el cariño, desde la Mecedora.

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