Pídeme lo que quieras, pero dame lo que necesito

San Agustín

Queridos amigos de Todo Es Cine:

Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy vamos a hablar de una comedia, Un mar de enredos (Overboard, 2018), dirigida por Rob Greenberg y protagonizada por Anna Faris y Eugenio Derbez.

Imagen de ‘Overboard’ © 2018 3Pas Studios, Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Todos los derechos reservados.

La trama nos lleva a una pequeña localidad donde Kate (Faris) vive con sus tres hijas. Está viuda y se ha mudado cerca de su madre para que le ayude a sacar adelante un proyecto de vida: ser enfermera. Para poder sobrevivir, trabaja repartiendo pizzas y limpiando moquetas. Su jefa (Eva Longoria) es amiga y confidente, por lo que le echa una mano en todo lo que le es posible para que salga adelante. La madre de Kate también quiere vivir su vida, yéndose de gira con la compañía de teatro amateur que frecuenta. Así Kate queda otra vez al cargo de toda esa responsabilidad.

Imagen de ‘Overboard’ © 2018 3Pas Studios, Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Todos los derechos reservados.

Al mismo tiempo, en un yate de lujo, vive Leonardo (Derbez), un hombre extremadamente rico cuyo padre y hermanas hacen todo el trabajo que él aborrece. Leonardo vive cada día en compañía de bellas jóvenes, alcohol y juergas. Quienes trabajan para él no aguantan a ese ser exigente con todos, salvo consigo mismo. Un día, el yate necesita revisión y atracan en el puerto de la localidad de Kate, quien debe acercarse a la embarcación a limpiar su moqueta. Al llegar, no da crédito de lo que está viendo, todo el lujo y el confort que a ella le falta. Incluso hace una videollamada a su jefa mientras inspecciona el yate, sin percatarse de que Leonardo sigue en la cama. Al verla, sale a su encuentro, aunque sus caracteres enseguida chocan, él es déspota y desconsiderado, lo que desemboca en una acalorada riña. El barco se pone en marcha y Leonardo, molesto por la discusión, tira por la borda a Kate y su valiosa máquina de limpieza, una herramienta de tres mil dólares que no sabe cómo podrá pagar.

Imagen de ‘Overboard’ © 2018 3Pas Studios, Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Todos los derechos reservados.

Como si de un juego del karma se tratara, una noche de diversión Leonardo sale de su camarote y se cae por la borda, apareciendo en una playa sin ningún recuerdo. Allí va a buscarlo su hermana mayor, la encargada del negocio familiar, quien al verle en el hospital, finge su muerte y regresa a casa, donde su padre yace en su ‘lecho de dolor’, pues una operación le dejó una fuerte infección y solo clama por la vuelta de su querido hijo. Pero ese querido hijo no es reclamado por nadie, solo es reconocido por Kate mediante un anuncio de televisión, urdiendo un plan para hacerse pasar por su mujer. Se presenta en el hospital alegando que es su marido, y tanto las niñas como sus amigos le reciben con los brazos abiertos.

Imagen de ‘Overboard’ © 2018 3Pas Studios, Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Todos los derechos reservados.

Leonardo no entiende que esté casado ni que tenga hijas, ni tan siquiera que haya trabajado en toda su vida. Una amnesia retrógrada hace que no recuerde nada. Y ahí comienza la historia, que es para vosotros.

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Es una comedia fresca y con moralina, un remake de Un mar de líos (1987, Garry Marshall) que, de hecho, se cita en la propia película. Esta vez no es una mujer la protagonista (Goldie Hawn), pero nos deja la misma sensación, la de una persona caprichosa, aburrida y que aburre a los demás con su egoísmo. No le falta de nada y, sin embargo, le falta todo.

Imagen de ‘Overboard’ © 2018 3Pas Studios, Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Todos los derechos reservados.

En unos días, se da cuenta de lo que es una vida de verdad, qué significa tener que sacar adelante a los suyos mediante el trabajo diario y las responsabilidades; pero también conoce el amor, la amistad, las cenas en familia, los partidos de fútbol. De repente, entendió todo lo que se perdía, pues madurar cuesta, pero da grandes satisfacciones, una de ellas la propia autoestima.

Por eso, como reza la máxima, pídeme lo que quieras, pero dame lo que necesito.

Con todo el cariño, felices fiestas desde La Mecedora.

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