No es suficiente encontrar a la persona adecuada, nosotros debemos ser la persona adecuada.
H. Jackson Brown
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Comenzamos un nuevo mes, junio, y con él el análisis de una nueva película, Las buenas intenciones (2018), escrita por Léonore Confino y Gilles Legrand, y dirigida por este último.
La historia nos lleva a París, allí una pareja de mediana edad, conformada por Isabelle (Agnès Jaoui) y Ajdin (Tim Seyfi), acude a terapia. Cuando Isabelle conoció a Ajdin, él era un hombre extranjero a quien ella ayudó con el idioma, puesto que es Trabajadora Social. Juntos fueron a innumerables partes del mundo llevando comida y ayuda. Isabelle es una mujer muy comprometida con la sociedad, tanto, que llega a ser una obsesión.
Pero su vida y su familia han cambiado; tanto su marido, ahora más centrado en su propia vida, como sus hijos adolescentes se encuentran todo el día discutiendo, eso es lo que los lleva a la terapia conciliadora de pareja, donde una terapeuta les indica cómo deben referirse el uno al otro y cómo deben expresar sus sentimientos. Pero Isabelle pierde los papeles y vuelve a lo suyo, a su trabajo.
Llegan las Navidades y las celebran en familia. Isabelle proviene de un hogar adinerado y ella, en la mesa, impone a todos (madre, hermanos y cuñados) cambiar los regalos por actos solidarios, destinando ese dinero a una ONG. Aunque lo hacen, Isabelle percibe que no es de su agrado y se enfada. Su abuela es la única que parece comprenderla.
En su trabajo también tiene problemas. Ella quiere que las personas que van a aprender el idioma en sus clases convivan con ella, pero cada uno es de diferentes lugares del mundo y de distintas etnias, y ellos mismos tienen sus propios conflictos, incluso con ella. No parece encontrar el modo de ayudarles hasta que, un día, les pregunta qué necesitan para ser más libres y encontrar trabajo. Ellos le relatan la necesidad de obtener el carnet de conducir para poder moverse y escoger su trabajo, ya que viven a las afueras. Así que intentará ayudarlos de todas las formas posibles.
Pero además, Isabelle también es madre, su hija Zoé (Lucy Ryan) intenta disfrutar con ella, pero Isabelle no descansa; cuando van juntas de compras, antes de pagar ella cuestiona de dónde viene la ropa y cuánto cobran los niños que los han fabricado. Su hija sale de la tienda despavoeida, no quiere nada con su madre. Pero Isabelle sigue fallándoles, los abandona antes de ir a una boda familiar, del primo de su marido, pero ella tiene otros planes y no puede dejar a sus alumnos a las puertas del examen del carnet de conducir. La familia viaja sin ella y todas las aventuras que siguen son para vosotros.
Les Bonnes intentions es una comedia simpática y, sobre todo, empática. Nos narra la vida de una mujer que tuvo problemas durante su infancia, con na madre que no la abrazaba ni le daba afecto; ella, a su vez, tampoco lo había recibido de la suya, e Isabelle intenta dar amor a raudales a lo largo de su vida, a su modo y ayudando, pero esta también es una manera de darlo.
Qué importante es conocerse a uno mismo, quererse y entenderse; y aunque deba hacerse sin obsesiones, qué esencial es ayudar, aporta momentos maravillosos con los que jamás se contaron ni se pensó que pudieran suceder.
Por eso, no es necesario encontrar a la persona adecuada, nosotros debemos ser la persona adecuada.
Con todo el cariño, feliz junio para todos desde La Mecedora.
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