Una morena y una rubia, hijas del pueblo de Madrid…

Queridos amigos de Todo es cine, ¿esta estrofa os recuerda algo especial? Seguro que casi todo el mundo sabe que es un fragmento que pertenece a la zarzuela “La verbena de la Paloma”, el famoso sainete de Ricardo de la Vega y Tomás Bretón. Para poder hablaros de ella me voy a referir aquí a una de sus versiones cinematográficas del mismo nombre, dirigida en 1963 por José Luis Sáenz de Heredia y protagonizada por Concha Velasco y Vicente Parra.

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Imagen de La verbena de La Paloma © 1963 Producciones Benito Perojo, Suevia Films- Cesáreo González. Distribuida en España por Divisa Home Vídeo.

La historia narra la vida de una corrala madrileña de la época, donde todo transcurre  viendo las calamidades de cada personaje, y la vida de dos muchachas hermanas, una morena y otra rubia, Susana (Concha Velasco), y Casta (Irán Eory). Velasco interpreta el papel de maravilla con su fresca juventud, es una hermosa y estupenda actriz, que suscita mal infundados celos en Julián (Parra), que se vuelve “loco” al ver a su novia despechada, ir del brazo de don Hilarión (Miguel Ligero), a la verbena. Este montón de avatares, esta comedia de castizo lenguaje, y con la chulería de sus también castizas mujeres, te hace sentir el olor de los churros, del algodón dulce, de las manzanas caramelizadas, y el sonido de los caballitos de feria. Esto y mucho más puedes ver y conocer en ese Madrid, en una noche de magia donde el amor triunfa, y Julián rescata el amor de Susana, encantada de estar en los brazos de la persona que le hizo sentir tanto dolor, cuando le creía presa de otra mujer.

La zarzuela, el género chico –la ópera sería su hermana mayor-, es un género especial, se canta y se escenifica, y te llena; es cariñoso y amable, aquí el drama sólo está en lo que se dice, donde el lenguaje con forma de cuchillos hiere los sentimientos, pero todos con buenos modos y buen vocabulario, aunque la ironía y el sarcasmo fluyen como si de una fuente inagotable se tratase; es un lenguaje no al uso que te puede hacer reír, sobre todo por la gracia que le ponen estos actores maravillosos.

Bienvenidos a los “Madriles” de finales del siglo XIX, que paséis una feliz tarde y nos vemos en cualquiera de las verbenas que siguen la tradición, y en las que lo puedes pasar estupendamente, y disfrutar de todo el arte y manjares que serán el deleite de cualquiera.

Con todo el cariño, desde la Mecedora.

Este artículo se lo dedico a una gran amiga que ahora lo está pasando un poquito mal, para que sepa que tiene todo nuestro apoyo y cariño. Gracias a ti, Paloma.

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