La música es el verdadero lenguaje universal.
Carl María von Weber
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy voy a recomendaros una película que, a pesar del paso del tiempo, parece seguir siempre vigente, incluso se ha convertido en un clásico del cine musical, Grease (1978, Randal Kleiser).
La película nos lleva a la vida de unos jóvenes que están en el último año de bachillerato y, después de las vacaciones, explican a sus compañeros los amoríos que la estación estival les ha traído. Todos aguardan expectantes las imágenes que se forman en sus cabezas. Los chicos, explicado por Danny (John Travolta), y las chicas narrado por Sandy (Olivia Newton-John). Cada uno versa sus encuentros de forma muy distinta, en ellas todo es cándido y amoroso; para ellos todo erótico y sensual. Amor de verano.
Sandy es una chica australiana y Danny creía que no volvería a verla, aunque Sandy quedó en su corazón. Cuando se da cuenta de que es su compañera de instituto, ella quiere seguir tratándole como cuando le conoció, pero él tiene su reputación y no puede consentir que eso pase, tratándola como a la chica que describió en sus fantasías, paradójico pero real.
Empiezan aquí las aventuras, ellas creciendo e intentando acomodarse a la sociedad que ahora va a ser su hogar próximo, y ellos acomodándose a esa misma sociedad desde el papel que se les pedía. Las luchas entre pandillas por la chica, por los coches, todo ello contando y explicado bajo la perspectiva de cada uno, seguro que os gustan. El final, como siempre, es para vosotros.
La historia de Grease, como ya he dicho, es un clásico; sigue siendo bailable y aplaudible desde todos los sitios del mundo. Fue un musical y, aunque sus textos son más fuertes de lo que a primera vista parece, ha pasado a convertirse en una película clásica.
El primer amor, o ese amor de verano entre adolescentes, es algo importante. Ahora que llega la época estival, en la que chicos y chicas salen a divertirse y a conocer la vida, siempre habrá un amor de ese tipo, un amor que dejará huella para siempre. Los jóvenes tienen que aprender a vivir y ello conlleva equivocarse para aprender, es otra etapa que forma parte de su evolución, todas son nuevas pero la adolescencia es una de las más difíciles, implica cambiar la piel para hacer otra más fuerte y duradera; es entender el mundo que les rodea y ser parte de esa sociedad que, en cada momento, les toca vivir. Es raro, pero en cualquier documento de cualquier época, se tilda a la juventud de gente que quiere trasgredir, que se vuelve contra las normas y que desesperan a sus mayores.
Es importante, como el verano, todo lo que les puede enseñar. Estemos cerca de nuestros hijos para cualquier duda, hablando de sus cosas con la importancia que tienen. Es difícil crecer y hay que ayudarles. Por eso os propongo esta película tan alegre y divertida, porque como reza la máxima, la música es el verdadero lenguaje universal.
Feliz verano, con todo el cariño, desde la Mecedora.
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