La felicidad consta de tantas partes que casi siempre falta alguna.
San Juan de la Cruz
Queridos amigos de Canes al cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy os voy a comentar una gran película que, aunque sus intérpretes son Cary Grant e Irene Dunne (una pareja de recién divorciados), Mr. Smith es casi el verdadero protagonista de esta historia. Se trata de La pícara puritana (1937, Leo McCarey). La trama nos lleva a un Nueva York de los treinta, muy de la época y de su cine, con grandes decorados y fastuosas casas y un gran despliegue de medios, con una moda en el vestir que le da nombre (y además muy bien otorgado) de glamuroso.
En esos escenarios se mueven y viven Jerry Warriner (Grant) y Lucy (Dunne), un matrimonio joven que tiene a un perro, Mr. Smith (gran actor, por cierto, llamado en la vida real “Asta” y que hace como nadie pequeñas escenas de alto adiestramiento). Esta pareja por pequeños problemas y malentendidos, llega a divorciarse, pero los dos quieren y mucho a su perro Mr. Smith, y por ahí no quieren pasar, además le servirá a Jerry para poder volver a estar al lado de la mujer a la que todavía ama.
Hay muchas aventuras donde estos “tres mosqueteros” siguen luchando por estar juntos. Una película de enredo, una comedia muy bien llevada. Os hará reír y pasar una tarde estupenda. Cary Grant es como siempre una estrella en todo su esplendor, con su buena interpretación, incluso en el silencio junto a su querido Mr. Smith, se ve la complicidad tan grande y la forma tan estupenda de comunicar en mudo.
Fotograma de La pícara puritana. Derechos reservados a su distribuidores y/o productores
Una familia que está al completo, es una idea muy bonita la de tener a un Mr. Smith que hace las veces de un familiar, que les une y hace amar, aunque a veces nos empeñemos en ser infelices. Por eso os deseo toda la felicidad, aunque sean trocitos pequeños, que podáis reunirlos todos. Y desde Canes al cine, os deseo lo mejor.
Con todo el cariño.
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