La peor forma de injusticia es la justicia simulada.
Platón
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy vamos a reflexionar sobre una película muy conocida, Joker (2019, Todd Phillips). La historia nos lleva a Gotham, donde un hombre, Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), se dedica a trabajar por como payaso. Un día, es atacado por un grupo de jóvenes, él corre desesperadamente y acaba en un callejón donde le propinan una paliza, dañando su cuerpo con golpes y puñetazos.
Arthur es un hombre que padece trastornos psicológicos, una trabajadora social le atiende, pero él repite lo mucho que necesita su medicación, pues las reiterados pensamientos negativos que acuden a su mente no le dejan vivir. Pero la trabajadora social le mira sin ningún tipo de emoción, solo la indiferencia llena ese espacio, en el que Arthur se ve cada día más pequeño. En un tren, ante el insulto de un niño, Arthur comienza a reír, la risa no va de acuerdo con la emoción de ese momento, y la madre del pequeño le recrimina su actitud, pero Arthur saca de su bolsillo una tarjeta donde indica que sufre de una risa patológica incontrolable.
Pronto llega a casa, donde Arthur vive con su madre, una mujer mayor y enferma, a quien él cuida. La casa, el edificio, la calle, todo es muy pobre. Su madre insiste en preguntarle si han llegado noticias del magnate Thomas Wayne, quien dice que es su padre, y él les ayudará a salir adelante. Tras el ataque de los jóvenes, un compañero payaso de Arthur le da un arma para que se defienda, y eso hace que a Arthur todavía le pasen muchas más cosas, pero eso es para vosotros.
Joker es una película que, seguramente, la mayoría de vosotros ya habréis visto. Ha sido uno de los éxitos más rotundos de los últimos años, de la que se ha hablado y tratado en numerosas ocasiones. Joker es dura, incluso rodarla ha sido duro para su protagonista, Joaquin Phoenix.
En esta ocasión, quisiera hablaros de una de las facetas de Joker, una de tantas sobre las que se podría reflexionar, y es deseo hablaros, precisamente, sobre las personas con problemas psicológicos, de la necesidad de cuidado y la atención que se les debe ofrecer. Cuando hablan, cuando se quejan, como en este caso, sus comentarios no puede caer en saco roto. Es importantísima la atención, y mucho más la prevención.
El cuidado en la infancia es de vital importancia, los niños no son adultos pequeños, los niños son personas que van madurando, aprendiendo y evolucionando en sus procesos; y si la vida o las personas interfieren en ese proceso, se comete un error que puede llegar a ser irreparable.
Por lo tanto, y como dice la máxima, la peor forma de injusticia es la justicia simulada.
Con todo el cariño, desde la Mecedora.
Deja un comentario