Título original: Her
Dirección y guion: Spike Jonze
País: USA.
Año: 2013.
Duración: 126 min.
Género: Ciencia ficción, Romance, drama.
Reparto: Joaquin Phoenix (Theodore), Amy Adams (Amy), Rooney Mara (Catherine), Olivia Wilde (joven), Scarlett Johansson (Samantha –voz en off-).
Producción: Megan Ellison, Spike Jonze y Vincent Landay.
Fotografía: Hoyte Van Hoytema.
Montaje: Eric Zumbrunnen y Jeff Buchanan.
Diseño de producción: K.K. Barrett.
Música: Arcade Fire y Owen Pallett.
Vestuario: Casey Storm.
Distribuidora: Vértigo Films.
Estreno en USA: 10 Enero 2014.
Estreno en España: 21 Febrero 2014.
En un futuro no muy lejano, con una humanidad no muy diferente, el ser humano encontrará refugio íntimo en la nueva inteligencia artificial, unos sistemas operativos que habrán dado con la fórmula de la comprensión emocional, y que conseguirán hacernos pensar que la soledad no es inevitable y mucho menos definitiva. Explicar con palabras el canto filosófico, espiritual, ficticio y, al mismo tiempo, plausible que es Her, resulta del todo imposible. Película de ciencia ficción pero sin los artificios propios del género, Her introduce al espectador en un mundo en absoluto desconocido, un futuro a todas luces identificable y además verosímil, no muy distinto al que consumimos y vivimos. Ese mundo de almas perdidas, de personas solas en compañía y escudadas por dispositivos electrónicos, es el que nos propone Spike Jonze, poliédrico cineasta que tras Where the wild things are (2009) o la exitosa Cómo ser John Malkovich (1999), nos vuelve a introducir en un cosmos personal y al margen de lo cotidiano, con un tono que, sin embargo, es completamente universal.
Imagen de Her, © 2013 Annapurna Pictures, distribuida en España por Vértigo Films. Todos los derechos reservados. |
En Her se nos presenta a Theodore (Joaquin Phoenix), un redactor que trabaja escribiendo cartas a la antigua usanza, misivas personales, efusivas, expresiones de cariño que materializan los afectos ajenos y que él reinterpreta y da forma. Así pasa su existencia, escribiendo en nombre de otros, embebiéndose en juegos de realidad virtual por la tarde y buscando afectos con voces ajenas en sábanas propias por la noche. Todo en su vida es aséptico, solitario y limpio. Así sucede desde que su mujer Catherine (Rooney Mara), le pidiera el divorcio hace un año, doce meses en los que ha sido incapaz de firmar los documentos que ponen fin a su matrimonio. A Theodore le gusta estar casado, le gusta saber que puede contar con otra persona, saber que tiene a alguien y que ese alguien le tiene a él también. Está cansado de la soledad, de los encuentros con mujeres extravagantes, de sexo sin amor y sin humanidad, una humanidad que encontrará paradójicamente en los nuevos OS1, sistemas operativos que tras años de evoluciones, han conseguido perfeccionar la inteligencia emocional.
Imagen de Her, © 2013 Annapurna Pictures, distribuida en España por Vértigo Films. Todos los derechos reservados. |
Tres preguntas personales son suficientes para que el algoritmo de OS1 descubra qué tipo de sujeto es su propietario, qué carencias afectivas tiene, qué males padece. El reconocimiento de las alteraciones del habla, los signos de emoción que muestra y sus estados de ánimo, servirán a OS1 para esbozar el perfil de su dueño, pudiendo dirigir un mensaje certero y personalizado para cada usuario. Theodore instala a Samantha, un sistema operativo con voz de Scarlett Johanson que obrará como remedio para todos los males que le aquejan. Omnipotente y omnipresente, Samantha acompañará a Theodore en su portátil, en su smartphone, en su oficina, en su ordenador personal. Con ella irá a la playa, disfrutará de la montaña, de la nieve, de la luz, de la vida. Gracias a Samantha no estará solo nunca más. No existe la corporeidad ni tampoco la necesitan, se enamoran y eso es suficiente. Theodore no es el único en prenderse de su sistema operativo, también su amiga Amy (Amy Adams), encontrará consuelo en su OS1 tras divorciarse de su marido; Amy estará igualmente sola, pero ni ella ni él contemplan la idea de formar una nueva pareja juntos, ambos se retrotraen del mundo con sus respectivos sistemas operativos, sin pensar en lo obvio, en una potencial unión humana como opción; aislados en lo hipotético, Theodore y Amy se asirán a un futuro incierto y no muy lejano que para ellos es la única salvación.
Imagen de Her, © 2013 Annapurna Pictures, distribuida en España por Vértigo Films. Todos los derechos reservados. |
En plena efervescencia del debate acerca de los Bots, Jonze nos acerca una reflexión pausada de lo que realmente significa la tecnología, el motivo final del surgimiento de las redes sociales y de los objetos que voluntariosamente animamos en sentido estricto y hasta etimológico, otorgándoles un alma que nos responda y nos comprenda. “El corazón no es una caja que se llena, sino que expande su tamaño cuanto más se ama”, dice Spike Jonze refiriéndose a la capacidad ilimitada de los humanos de amar, proporcional a la capacidad tecnológica de expandir su propio conocimiento.
Colorista, encarnada, vital y vitamínica, la gama cromática de Her nos aleja de la frialdad de una cinta de ciencia ficción, imbuyéndonos de un estado mental y metafísico absolutamente inusitado, mezcla del distrito Kabukicho de Tokio y de todos los excesos tecnológicos de la zona de Shinjuku, junto con la filosofía platónica de milenaria raigambre occidental.
Con sobresalientes intérpretes, especialmente Phoenix, presente en la práctica totalidad de los planos de sus 126 minutos de metraje, Her es una apuesta audaz y resuelta con un resultado soberbio, el de una película en la que lo obvio no parece evidente y en la que lo inverosímil se presenta como la única opción posible.
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