Título original: The happening
Dirección: M. Night Shyalaman
País: USA.
Guión: M. Night Shyalaman
Año: 2008.
Duración: 118 min.
Género: Ciencia Ficción.
Reparto: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Ashlyn Sanchez, Betty Buckley, Robert Bailey Jr., Spencer Breslin, Jeremy Strong, Frank Collison, Victoria Clark
Central Park: de repente, ante el terrible ajetreo que se acostumbra a ver por este espacio, un viento que pasa susurrando un canto fúnebre provoca que todo el mundo se quede parado. Sin más, la gente va muriendo, cayendo como piezas de un dominó sin saber qué es lo que ocurre. Y entonces entra nuestro protagonista: un profesor de instituto – patéticamente interpretado por un más que envejecido Mark Wahlberg –tiene que resolver el mayor problema al que nunca jamás se ha enfrentado: sobrevivir… Ahora sólo se puede huir pero… ¿de qué? ¿dónde ir? Las últimas noticias señalan que toda la costa Oeste de Estados Unidos está siendo atacada. Y además, a esta historia le añadimos un matrimonio en crisis, un amigo y su hija cuya mujer no está con ellos y, por supuesto, el más temible de todos los personajes: el pánico colectivo. Cuando creíamos que M. Night Shyamalan (guionista y director) era el único capaz de hacernos gemir de miedo como si fuéramos críos, hacernos dudar de todo lo que habíamos pensado que era cierto en una película; cuando sólo él podía devolvernos la esperanza de un film a la altura del precio de las entradas (¿¿Es que nos estamos volviendo locos??… Ahora llegaría el comentario de algunos: “Pues yo antes por una peseta veía dos películas”) nos sorprende con su película, El incidente, aunque la sorpresa sea darse cuenta de que no está a la altura de sus predecesoras. Antes de seguir haciendo que cunda el pesimismo sí me gustaría haceros saber que los primeros 10 minutos de película son buenos, sobre todo la atmósfera que consigue crear a través de los personajes anónimos (véase los obreros tirándose literalmente de los andamios, simplemente increíble).
Tras un fuerte arranque, sobre todo gracias a la atmósfera que consigue crear a través de los personajes anónimos (véase los obreros tirándose literalmente de los andamios, simplemente increíble) la película pierde toda su magia en una historia que se revela estúpida hasta para Mark Wahlberg. Quizás M. Night Shyamalan trata de intentar enseñarnos que no todos nuestros principios son inexpugnables, que no somos para nada la raza suprema de la naturaleza… y podría seguir mucho más con este final, pero eso tendréis que descubrirlo cada uno, no seré yo quien os desvele el patético final de esta película. Quizás soy yo, que escribo desde mi ignorancia, pero no veo normal que le otorguen el papel protagonista a Mark Wahlberg. Si aún no sabéis de quien hablo, os lo aclaro, es fácil: hermano de uno de los integrantes del grupo “New kids on the block”, intentó seguir su camino, fundando su propio grupo: «Marky Mark & the Funky Bunch» (una traducción aproximada es “Marquitos Marcos y el manojo del funk”); su primer disco cosechó grandes éxitos, pero el segundo, fue un anticipo de lo que sería su vida: un fracaso. Pero si algo cabe destacar en este individuo es ser polifacético, porque mientras cantaba a ritmo de rap, fue modelo de ropa interior para Calvin Klein (sin comentarios) y tras cultivar su lado más artístico dio el gran batacazo al mundo del cine, con películas como: The italian job (2003), El planeta de los simios de Tim Burton (2000) – donde también pudimos ver el lado más simiesco de Helena Bonham-Carter – y Tres reyes (1999), entre otras. Pero si hay algo que TODOS sabemos, es que se necesita algo más que un abultado paquete para hacer una actuación convincente. Y he marcado el TODOS bien grande, Mark, para que te des por aludido y no quepa ni tan siquiera la posibilidad de que una de tus películas vuelva a nuestras moribundas carteleras.
El resto del reparto está a la altura de la película, aunque la verdad es que John Leguizamo no consigue llegar a una genial interpretación, como hizo con Toulouse Lautrec en la película de Baz Luhrmann de Moulin Rouge (2001). Entre otros detalles, el momento en el que deja a su hija con la guapísima mujer del profesor, Alma (Zooey Deschanel), justo cuando le grita a Alma: “No le des la mano (refiriéndose a su hija) si no lo sientes de verdad”. Aún no entiendo por qué ser tan maleducado con una persona que va a cuidar de tu hija en la tan excepcional situación que vivían, supongo que sería alguno de los traumas infantiles de Shyalaman [entre otros rumores, se dice que el guión de El sexto sentido no le surgió por inspiración propia, sino porque él vivió algo semejante de pequeño… ¿verdad?… ¿artimaña publicitaria?… juzguen ustedes mismos]. Mención aparte merecen los planos en los que podemos ver a la gente huyendo, increíbles escenas donde la naturaleza cobra un protagonismo más que merecido. Ni que decir tiene que uno de los momentos en los que la película parece remontar el ritmo del comienzo es la casa de la señora loca. Para quien no la haya visto, esto le parecerá un mal chiste; pero los incautos que ya cayeron en la tentación, seguro que no encuentran una mejor definición de esa mujer. La historia nos muestra como Elliot Moore (no confundir con Mohr, aunque suene igual), el increíble profesor interpretado por Marquitos, su mujer (Zooey Deschanel) y la hija de su amigo (Ashlyn Sanchez) llegan exhaustos hasta una destartalada casa. En el porche, una tediosa mujer se balancea mientras disfruta del crujir de su silla (¿o rodillas?). Parece borde, de hecho lo es, pero no duda en ofrecer cobijo al pintoresco trío. Es entonces cuando comienzas a preguntarte de dónde sale este personaje: una mujer viviendo sola y en medio de la nada, sin luz ni teléfono… prácticamente te parece que sería una de las actrices de la película de El Bosque (2004), seguramente olvidada por nuestro gurú del miedo en una de las casas de plató.
Pero no pasa ni un minuto cuando esas dudas, no es que se despejen, sino que se apartan para contemplar el sublime y delirante baile. La señora de avanzada edad y más que avanzado estado de enajenación mental – llamémosla, cariñosamente, la vieja loca – consigue mostrarnos los efectos de no tener televisión: una falsedad bastante pulcra, cachetes a la niña por coger una galleta (lo mejor es cuando luego le ofrece esa galleta, como si nada hubiera pasado), esa sublime manera de saber si esos extraños querían robarla – ¿tenía un maniquí de vieja para meterlo en su cama? – y no podemos dejar atrás esa manera de atacar su propia casa, que resumidamente sería:
(ATENCIÓN: quien aún no haya visto la película y tenga aún ganas de verla, que se ahorre leer este final de párrafo)
[plano de Marquitos interpretando una escena de miedo y tensión … ante su incapacidad, mejor plano de paquete] [sabemos que la vieja loca esta por fuera de la habitación, ya infectada] ¡BLOM! [cabezazo a la pared] ¡BLOM! [otro más, un cuadro se cae… mejor espejo, que eso es más impactante] ¡BLOM! [se acerca a la ventana] [abrimos plano de paquete para ver de fondo los visillos de la ventana] y… ¡¡¡¡CRASH!!!! [el arrugado rostro viejuno arrasa con las ventanas].
Bromas aparte, la verdad es que estos momentos consiguen añadir mucha más inquietud al ambiente, cuando ya sabemos prácticamente el desenlace de la película. De hecho segundos después, añoramos a esa vieja loca (que ya se ha hecho un hueco, al menos en mi corazón), en vista de la más que estúpida declaración de amor vía tubería marca ACME. Digo tubería marca ACME porque resulta que nuestra ya difunta vieja loca tenía una especie de cobertizo en el jardín que estaba conectada por la casa sólo a través de una tubería, una tubería subwoofer, porque todo lo que pasaba allí se oía por la casa. Desde luego si eso ya es patético, lo de salir a abrazarse a riesgo de morir asquerosamente, hace que la película acabe demasiado mal… (por cierto, aún no me cuadra que la mujer salga corriendo al abrazo, pero… ¿¿qué es eso de llevar agarrada a la niña de la mano??… por dios, que se la llevaban arrastrada a una muerte segura…).
A pesar de todo, es interesante destacar el reducido presupuesto con el que se ha hecho la película, que según las malas lenguas es de entorno a los 57 millones de dólares, cantidad que se hace más esperpéntica si consideramos que M. Night Shyamalan declaró que con esta película pretendía hacer un homenaje cinematográfico a las películas de serie B. Sólo en España, la cinta ya ha recaudado más de 6.1 millones de euros. Y la verdad es que podemos decir que sí, que es de serie B… Bochornosa, Burla, Basura, Bazofia, Bufonada, Bodrio, …
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