Dumbo hace referencia al término “dumb” que en inglés viene a significar algo más que parecido a «tonto», es increíble que una palabra tan despectiva y peyorativa este tan plena de amor, amistad y coraje. Este largometraje que data de 1941 es una de las películas animadas más cortas de la factoría de sueños: Disney. Fue creada para resarcir las pérdidas originadas por Fantasía, y realmente lo que logró fue dar a luz una pequeña obra de arte.
Todos los derechos reservados a Walt Disney Pictures
Ben Sharpsteen dirigió el largo basándose en el libro de Helen Aberson e ilustrado por Harold Pearl, hizo un gran trabajo en mi opinión. Parece mentira que alguien hace más de 50 años profetice como iba a ser la sociedad actual: cruel y agresiva con todo aquel que no sea «normal». ¿Alguien me puede decir que es lo normal?, no ser como el resto supone ser rechazado como Dumbo, por el simple hecho de ser únicos, de ser especiales. Quién marca la línea entre lo normal y lo que no es.
Dumbo, por el simple hecho de tener las orejas grandes es rechazado no sólo por sus congéneres sino también por el resto de integrantes del circo, de su pequeña sociedad; y si todo esto no fuera poco, es arrancado de los brazos de su madre, quien presa del dolor arremete contra todos, nadie excepto su madre podría saber cuan infeliz era su pequeño ante tanto rechazo y tanta maldad. Como sucede en la vida real siempre hay un grupo de alcahuetas cuyo único cometido es encontrar los fallos de los demás sin darse cuenta de los suyos.
Pero nuestro pequeño amigo encontrará un apoyo entre quien para los suyos es un enemigo, el pequeño ratoncillo Timoteo con quien se correrá sus primeras juergas con borrachera -y botellón incluido-. Timoteo será junto con su madre las dos únicas personas quienes apoyen a Dumbo en todo momento, quienes sepan que dentro de él habría algo especial que mostrar a todos y para demostrarles que no es diferente, sino único. Tras un par de episodios donde Dumbo será menospreciado y denigrado, ocurrirá algo que hace cambiar el rumbo de la historia…. Dumbo puede volar; sus dos enormes orejotas sirven para algo más que para causarle el rechazo general. Ahora todos aquellos que en principio se reían de sus orejas y de él, le excluían y humillaban ahora le elogiaban. Mientras Dumbo se convertía en la estrella indiscutible del circo, Aberson se convertía en Nostradamus mostrándonos cuan hipócrita puede llegar a ser una sociedad hacia aquellos miembros que por suerte o por desgracia padecen una alteración, enfermedad o patología que les hace diferentes.
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