Los que de corazón se quieren,
sólo con el corazón se hablan
Francisco de Quevedo
Queridos amigos, es un placer volver a ponerme a vuestra disposición y comentar una de las películas que más me ha gustado e impactado. Se trata de Imitación a la vida (1959, Douglas Sirk), cuya trama aborda la vida de dos mujeres con sus respectivas hijas. Ambas coinciden en un momento en que las dos se necesitan. Una de ellas es actriz, Lora Meredith (Lana Turner), que se encuentra sin trabajo; y Annie (Juanita Moore) es una mujer afroamericana de la época, que no tenía de nada, ni tan siquiera una casa para su hija. Por destino, las dos mujeres hicieron una gran familia, mientras una buscaba trabajo, la otra cuidaba de las niñas, y con gran diplomacia y buen hacer, pudo pagar las facturas y poco a poco salir de sus grandes problemas.
Después de varios percances, Lora se convierte en una famosa actriz de teatro, y con ella la familia, es decir, Annie y las niñas también se ven favorecidas. Pero la época nos describe los problemas que por añadidura, sobrevinieron después de pagar las facturas, problemas diferentes a los del principio; ahora en buenos colegios, con caballo incluido y una gran mansión, empezó el verdadero conflicto. Las niñas ya eran mujercitas. La hija de Lora se enamora del novio de su madre; la chica además se queja de que ella no la ha criado, y que siempre fue Annie quien la cuidó y no la abandonó nunca. En cambio la hija de Annie se negaba a ser hija de su madre, ya que su piel no era de la misma tonalidad. Esto hizo que Annie enfermara y su pobre corazón no aguantara ya más “facturas”. Es una película sobrecogedora, muy bien dirigida, ambientada y escenificada con un maravilloso elenco de actores, actores como la vida misma.
Mis queridas madres, a veces las cosas no salen todo lo bien que se espera, al igual que cuando hablé del día del padre y comenté que había muchas clases de familias, y para que en un día como hoy no hiera ninguna sensibilidad, os diré que madre es una persona que nos ama; tanto a una abuela, a una tía o a cualquier persona que se preocupa de nosotros es legítimo el día de hoy decirle gracias.
Pero nos estamos refiriendo al papel de una madre, y a veces las cosas parece que se hacen bien, como en esta película, y resulta que te estás equivocando. Bueno, pues procuremos escuchar, atender, dejar a un lado nuestra parte de querer ser un ángel que está en todas partes, y darnos cuenta de que de humanos se trata, y los humanos nos equivocamos; poder entre todos rectificar con el diálogo y el amor, nos hará llegar a buen puerto.
No idealicemos a la madre, es una mujer que hace lo que puede, y a veces lo que no puede. Desde aquí, con todo el cariño a todas las mujeres del mundo, que se levantan y se acuestan con un rostro en la retina, el de su hijo, daros mis felicitaciones.
Pues de dos que de corazón se quieren, con el corazón se hablan.
Con todo el cariño, en especial a mi madre, feliz día de la madre desde la Mecedora.
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