Casper es una de esas películas que aunque no nazca de la factoría Disney es uno de los GRANDES clásicos del cine para niños; el mundo de los fantasmas «Malos» se mezcla con la candidez del pequeño Casper que vio la luz en 1995 de la mano de Brad Silberling. En su aventura nuestro espectral amiguito no viajará sólo, le acompañarán Bill Pullman, Cathy Moriarty y una pequeña Christina Ricci, que junto con el pequeño fantasma darán cuerpo a la trama de esta historia que conjuga hábilmente la animación y «lo real» . No podemos dejar pasar la ocasión sin mencionar que Casper tiene en los dibujos animados Gasparín a su pariente más cercano. En la película se trata uno de los temas más recurrentes en el mundo espectral…. cuando el alma de un difunto se queda en el mundo de los vivos y su forma de manifestarse en este; aunque no tenga a priori ningún matiz pueril, Casper será capaz de transformar este tema de trasfondo y hacer de ello una bonita historia.

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Casper como otros entes espectrales se quedo en el mundo de los vivos ante una partida demasiado precipitada, en su caso enferma hasta la muerte un invierno tras estar jugando en la nieve con su trineo. Tal es el trauma que genera su partida que pese a ser un alma pura se queda en nuestro mundo porque no soporta ver el sufrimiento de su padre -qué padre podría sobreponerse a un hecho así-; así que se quedará morando en su casa. Casa que pasa a manos la heredera de su padre Carrigan Kritenden …. pero no puede hacer uso y disfrute de ella porque además de Casper, otros fantasmas la habitan: Tufo, Gordi y Látigo. Estos tres no ponen las cosas nada fáciles a Carrigan que tendrá que contratar a un cazafantasmas: el Doctor Harvey, para que se deshaga de ellos. Aquí es donde empieza lo bueno….. Kat, la hija del Doctor que acompaña a su padre en su trabajo entra en acción. Qué sucede, lo de siempre… Romeo y Julieta en estado puro….. adolescente incompredida por el resto del mundo por la exótica profesión paterna conoce a fantasma simpático y cariñoso con escasa vida social…..

Casper y Kat, una jovencisíma y pálida Christina Ricci, se hacen inseparables entre los constantes envites del trío fantasmal con su empeño por deshabitar la mansión y horrorizar a todo ser vivo cercano a ella. Todo gira en torno a Casper, Kat, Tufo, Gordi y Látigo… y tras un clímax inesperado donde se dejan ver por toda la comunidad; Casper recibe el indulto colectivo para andar a sus anchas. Pero Casper y Kat es algo más que todo esto, es la pureza del primer amor, su inocencia y la magia del momento en el que el pequeño fantasma toma apariencia humana…. ¡su primer beso!
El final de la película no podría ser más shakespeariano, cual historia «romántica» que se precie y siguiendo un viejo mito helénico, Casper cual Eurídece, deberá marchar y dejar a su gran amor. Un final desalentador a la vez de dulce, con una de las declaraciones de amor más hermosas y dulces: «¿Te quedas conmigo Kat?».