Todos los libros pueden dividirse en dos clases:
libros del momento y libros de todo momento
John Ruiski
Queridos amigos de Todo es cine:
Es un placer estar con todos vosotros para volver a recordar a un gran actor que nos ha dejado un maravilloso legado: su arte; y con ese arte, empezamos a rendirle tributo a un hombre cuya muerte hace su 25 aniversario; una persona que ahora y siempre estará con su sonrisa, con su pelo que nunca se mueve, peinado a la moda de su época, sus ojos que son el reflejo de muchos otros actores que han intentado seguir su estela, nuestro Cary Grant.
Empezó como sus contemporáneos, en el cine de los comienzos, con esa estética de pintura de cine mudo que dio luego paso a un hombre que supo, a pesar de no despeinarse, manchar su ropa cuando un avión casi le mata en Con la muerte en los talones (1959, Alfred Hitchcock). También nos enseñó su saber estar jugando “al gato y al ratón” con Katharine Hepburn en Historias de Filadelfia (1940, George Cukor).
Historias de Filadelfia. Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Todos los derechos reservados.
En Arsénico por compasión (1944, Frank Capra), su cara de histriónico habla por sí sola al ver las locuras de sus tías y lo absurdo del absurdo. Nuestro actor fue creciendo, y sus películas también, como en Charada, con Audrey Hepburn, demostrando que siempre supo estar a la altura.
Le mandamos un enorme aplauso a la persona que hasta supo decir de sí mismo que a él también le hubiera gustado ser Cary Grant. Un hombre que, al igual que los libros, no fue del momento: es de todo momento.
Con todo el cariño, desde la Mecedora
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