Ya que estamos en primavera y proliferan las alergias, las flores y los insectos; vamos a ver desde nuestra pequeña butaca Bichos, una aventura en miniatura haciéndole un guiño a la estación en la que acabamos de entrar. Un 18 de noviembre de 1998 vio la luz este film de Pixar y Disney siendo presa de las mejores críticas, además de obtener numerosas candidaturas y también algún que otro premio: un Grammy a la mejor composición musical, mejor película familiar de animación de los Blockbuster y los Satellites o el premio Saturn a la mejor película de fantasía.

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Esta película como muchas otras de la fabrica de sueños Disney nos cuenta como alguien que a priori no es necesario para una comunidad se convierte en el gran héroe de la misma, nunca hay que subestimar a quienes creemos inferiores, porque igual estos son más fuertes que nosotros mismos y nos sorprenden gratamente. Esto es lo que sucede aquí con Flik, en principio una hormiga diferente, un inventor «loco», alguien que sólo trae problemas a la comunidad. Y que es lo que suele hacer cuando alguien es diferente al resto -cosa que nosotros sin ser «bichos» lo hacemos-, pues deshacernos de él, y como la comunidad tenía un problemilla con vecino -¡y quién no lo tiene!- lo envían fuera a la ciudad en busca de ayuda. Lo que sucede allí es que se produce un mal entendido: Flik confunde a un circo con un ejército de feroces guerreros y los del circo se creen que nuestra pequeña hormiguita es un cazatalentos.

Los circenses deciden seguir hasta la comunidad a Flik y allí se dan cuenta de la situación en la que se encuentran realmente. Acción y la futura reina del hormiguero serán los dos grandes motores del nudo de nuestra historia de la cuál no daré más detalles para que la veáis. Sólo diré que las pequeñas locuras de Flik serán las que salven vida no sólo de la futura reina sino también las de toda la comunidad, acabando además con algún que otro vecino molesto…. Como todo final que se precie todos son felices, la futura reina coronada y nuestro Flik aceptado por todos sus vecinos con sus peculiaridades y excentricidades recordándonos que todos tenemos cabida en nuestra sociedad sea cual sea nuestra marca de identidad con nuestras virtudes y con las que no lo son tanto.